A pesar de estar acusado de un robo con violencia y una falta de lesiones, M.T., no se presentó al juicio esta semana. Ello no impidió la celebración del mismo, pues la pena que se le solicita es menor a dos años de prisión. Quien sí compareció fue la víctima, quien aseguró que salió a la calle el pasado noviembre de 2011, después de visitar a su hermana, y se dirigía a su domicilio, cuando en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar fue abordado por un hombre con intención de robarle. El caso quedó visto para sentencia.
El testigo, M.A., aseguró que su agresor le tocó los bolsillos del pantalón y le pidió que le entregara lo que tuviera en ellos. Fue entonces cuando la víctima aprovechó que en la mano derecha llevaba una botella y le propinó un golpe en la cara a su agresor. Siempre según la versión de la víctima, la Guardia Civil fue testigo de la agresión y fueron dos agentes los que custodiaron al supuesto agresor hasta la llegada de la patrulla policial al lugar.
Según la declaración de uno de los policías, encontraron a la víctima y a su agresor a escasos metros entre sí. La Guardia Civil custodiaba al acusado, que presentaba una herida abierta en la ceja. Una vez que los sanitarios le atendieron fue detenido.