Desde el año 2011, Melilla suele registrar un repunte en la entrada de inmigrantes subsaharianos por vía irregular cada vez que comienza el verano. La llegada del buen tiempo suele traer como consecuencia que los subsaharianos intenten acceder a la ciudad en patera con bastante frecuencia, como demuestran las dos llegadas por vía marítima que se han producido en apenas diez días. Observando la hemeroteca, se comprueba que el inicio del Ramadán, el sagrado mes de ayuno de los musulmanes y que en los últimos años se ha celebrado en meses estivales, también suele ser aprovechado por los subsaharianos para intentar acceder a Melilla.
En 2012, los subsaharianos aprovecharon la recta final de esta fiesta religiosa para incrementar la presión sobre la frontera de la ciudad autónoma. Los inmigrantes intentaron entrar en Melilla a la caída del sol, justo cuando se produce la ruptura del ayuno y los agentes de Policía del país vecino bajan la guardia para recuperar algo de fuerzas después de un duro día sin comer ni beber.
Horario nocturno
En 2012, durante el mes de Ramadán se registraron numerosas entradas a través del vallado, la mayor parte de ellas a raíz de intentos masivos que tuvieron lugar en horario nocturno y que protagonizaron cientos de inmigrantes, aunque no todos lograron saltar la valla que separa ambos países.
El pasado viernes, El Faro contactó con el Gabinete de Prensa de la Delegación del Gobierno para preguntar si las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen en cuenta esta fiesta religiosa a la hora de organizar su trabajo para contener la presión migratoria. Este periódico no obtuvo respuesta al respecto, ya que no se pueden dar datos sobre el dispositivo de seguridad organizado por Policía Nacional y Guardia Civil para evitar las entradas de subsaharianos.