Según el hombre, ella quería robarle el móvil y la cartera. La acusada tenía una orden de alejamiento
El Ministerio Fiscal solicitó ayer una condena a un año de prisión para una mujer acusada de un delito de lesiones en el ámbito familiar. Según la declaración del testigo perjudicado, cuyas iniciales son F. V., la investigada, H. N., le mordió en el brazo para robarle el teléfono móvil y la cartera. La víctima afirmó que le quedó una marca de la mordedura, que le dejó la parte afectada del brazo “casi en los huesos”.
La inculpada no compareció en el acto, pese a haber sido legalmente citada. Sin embargo, a instancias de la fiscal, el juicio se celebró en su ausencia, dado que la pena solicitada por la acusación pública es inferior a un año. La legislación vigente permite que, cuando la condena a la que se enfrenta la parte acusada no pase de los dos años, la vista oral siga adelante aunque no esté presente.
El testigo perjudicado fue el único en prestar declaración. F. V. reconoció a preguntas de la fiscal que había mantenido “hace bastante tiempo” una relación sentimental con la acusada, con la que tiene una hija en común “nacida en marzo de 2012”, precisó.
“Agresiones e insultos”
F. V. afirmó que desde junio del año pasado H. N. mostraba hacia él una actitud “rara”, lo que achaca a un posible consumo de estupefacientes por parte de ella. “En siete u ocho ocasiones me agredió e insultó”, dijo. “Yo me marchaba de casa para evitar que la niña viera esa situación”, apostilló
El hombre ya había denunciado a su ex pareja anteriormente y, como resultado de ello, un juez había dictado una orden de alejamiento. “En tres años, no podría acercarse a mí a menos de 200 metros”, señaló F. V., quien añadió que esa orden había sido confirmada “por la Audiencia Provincial”.
El suceso juzgado ayer ocurrió el 17 de julio del año pasado, después de que el denunciante hubiera llevado a la hija que tiene en común con la denunciada a dar un paseo. Al devolverla a casa de la madre, según el testimonio de F. V., ella se abalanzó sobre él y le mordió en el brazo.
El abogado defensor de H. N. le preguntó al testigo perjudicado si la convivencia de pareja se había deteriorado, a lo que dio el sí por respuesta. En cuanto al momento de la agresión, el letrado quiso saber si ella “estaba fuera de sí”. F. V. admitió que su actitud “no era normal” y que “podía haber tomado algo o faltarle algo”.
El Ministerio Fiscal consideró “coherente” el testimonio del denunciante, por lo que mantuvo su petición de un año de prisión para H. N. La defensa, en cambio, solicitó que la juez titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla aprecie una circunstancia atenuante al estimar que su defendida estaba bajo el síndrome de abstinencia o “quisiera conseguir algún tipo de droga”.