Todos los equipos de la zona alta, a excepción de Almería B y Albacete, consiguieron la victoria. Mientras, la derrota del Melilla ante La Roda hace que se esfumen las esperanzas del playoff.
La escuadra azulina encaró el tramo final de la competición con las ilusiones intactas de cara a pelear por ocupar al término de la fase regular uno de los puestos de privilegio. A falta de siete jornadas, la posibilidad de alcanzar el tercer y el cuarto puesto no era una quimera. Sin embargo, con la derrota cosechada en Arroyo de La Luz y la última en Álvarez Claro ante La Roda, las opciones se han esfumado. Y no porque no resten aún puntos suficientes como para alcanzar incluso el segundo puesto de la tabla sino porque, de por medio, hay siete equipos luchando por las dos plazas que a priori están en juego, ya que FC Cartagena y Real Jaén pelearán por el entorchado de campeón. La UD Melilla se habría jugado ante rivales directos el derecho a disputar el play-off en las últimas cuatro jornadas, pero las dos derrotas encajadas de manera consecutiva echan por tierra tal posibilidad. Ahora toca pelear por acabar lo más alto posible en la clasificación e intentar, al menos, meter la cabeza en la Copa del Rey. Un torneo de tan gratos recuerdos esta temporada.
La irregularidad ha sido quizá, la baza que ha impedido al equipo que dirige Juan Moya alcanzar metas mayores. La UD Melilla ha tenido fases durante la temporada, en las que ha demostrado que no es inferior a ninguno de los equipos participantes. En la retina de los aficionados permanece todavía las magníficas sensaciones que trasmitió el equipo antes de la llegada del parón navideño. Periodo en el que los azulinos fueron capaces de destronar a tres líderes del Grupo de manera consecutiva. Real Jaén, Almería B y San Fernando, cayeron de manera justa ante un equipo que desbordaba argumentos futbolísticos. El Cádiz CF, próximo rival azulino, y el Betis B de Óscar Cano, también fueron pasto de la voracidad del conjunto unionista en dicha racha, que se inició tras caer derrotados precisamente ante el adversario del pasado domingo, La Roda CF, y que sólo fue truncada por un penalti señalado en el último suspiro en el Romero Cuerda de Villanueva de la Serena.
Tiempo habrá, cuando llegue el momento, de analizar de manera pausada lo sucedido en una temporada que de momento puede calificarse de buena, a falta de cinco partidos para subir o bajar nota. Es cierto que el club ha atravesado momentos delicados que han podido afectar tanto a la confección del equipo como a su rendimiento. Si bien no es menos cierto que, precisamente cuando peor pintaban las cosas, el plantel azulino demostró una profesionalidad a prueba de fuego. Sólo falta dar un paso más para asegurar la permanencia y será, o debería ser así, cuando los dirigentes azulinos tengan que empezar a dar forma al siguiente proyecto. Las bases están sentadas, ahora queda por ver con qué apoyo contará la entidad que preside Cristóbal Sánchez para saber cuál va ser el objetivo para la próxima temporada.
Por lo pronto, el próximo fin de semana visita el municipal melillense otro histórico del fútbol español como es el Cádiz CF. Un equipo que se encuentra a tres puntos de la promoción de permanencia y a seis del descenso directo, un hecho que hará aún más peligroso al cuadro que dirige Raúl Agné y ante el que los hombres de Moya no pueden volver a fallar. Sobre todo si se quiere acabar la presente edición sin sobresalto de última hora.
Sin hacer un mal partido, la UD Melilla dejó muchas ilusiones en el camino al caer ante La Roda. Unas ilusiones que se encargaron de generar los propios jugadores del plantel unionista, en una temporada que comenzaba con el propósito de cara al exterior de mantener la categoría, pero que a nadie escapa de que un logro mayor también era posible, teniendo en cuenta la calidad que atesoran muchos de los futbolistas que lo componen.
La última jornada dio bastante de sí y sirvió para despejar algunas dudas en cuanto a los equipos que pelearán por el premio 'gordo'. De igual forma, la lucha por evitar el descenso sigue siendo encarnizada. Con un UCAM Murcia que no está dispuesto a arrojar la toalla y un Villanovense que, de la mano de José Luis Montes, ha salido de zona roja hasta distanciarse en cinco puntos del descenso directo. El equipo serón no conoce la derrota desde que el entrenador segoviano se hizo cargo de la dirección técnica del equipo, y con el triunfo cosechado ante el San Roque de Lepe son ya diez puntos los que han sumado sobre 18 posibles.
El FC Cartagena, líder del Grupo IV, no dio pie a la sorpresa en el encuentro disputado en Almería ante el filial rojiblanco, mientras que el Real Jaén tampoco quiso ser menos ante un voluntarioso Arroyo. El Lucena de Falete sumó un valioso punto en su visita al Carlos Belmonte de Albacete y tanto el San Fernando como la Balona no quisieron ser menos al deshacerse, no sin dificultad, del Sevilla Atlético y del Betis B, respectivamente.