La noticia del día de ayer a nivel nacional fue sin duda la revelación por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la identidad de los ministros que componen su Gabinete.
Del anterior Ejecutivo se caen algunos nombres de peso, como es el caso de Jorge Fernández Díaz, José Manuel García-Margallo y Pedro Morenés, a quienes el presidente comunicó que no contaba con ellos para esta nueva etapa abierta el sábado pasado tras la sesión de investidura.
El primero de los tres citados ocupó desde 2011 el cargo de ministro del Interior, uno de los de mayor importancia dentro del Gobierno. Durante su mandato, Fernández Díaz vino en numerosas ocasiones a Melilla. Fue este ministro quien dio amparo legal a los rechazos en frontera sacando adelante una modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Desde los sindicatos policiales y las asociaciones de la Guardia Civil se ha reclamado al ya ex ministro un aumento del personal destinado en nuestra ciudad. Ahora, será su sucesor en el cargo, Juan Ignacio Zoido, quien tenga que hacer frente a estos retos.
También sale del Gabinete de Rajoy José Manuel García-Margallo, quien se ocupó de la cartera de Exteriores durante estos últimos cinco años. Margallo tiene una importante vinculación con Melilla, pues es descendiente del general Margallo, protagonista de importantes episodios bélicos en las postrimerías del siglo XIX. Pero, centrándonos en su trabajo como jefe de la diplomacia española, su relación con nuestra ciudad tiene un nombre claro, y es el del caso de Emin y Pisly, los dos jóvenes melillenses que fallecieron tiroteados por la Marina Real de Marruecos en un caso que lleva tres años sin resolverse pese a las reclamaciones de justicia por parte de las familias de las víctimas. La Audiencia Nacional ha reabierto este caso y ya no será Margallo quien deba tratarlo con las autoridades marroquíes, sino su sucesor en el cargo, Alfonso Dastis.
También sale del Gabinete Pedro Morenés, que cede el testigo en el Ministerio de Defensa a Dolores de Cospedal. Esta ministra, una de las políticas más cercanas a Rajoy, a buen seguro tendrá a Melilla en un lugar importante de su agenda, pues el Ejército es todo un símbolo de nuestra ciudad.