El director musical presentó el jueves su dimisión por discrepancias con la Junta de Gobierno de la Cofradía al no obtener el apoyo a las propuestas que realizaba. Los componentes de la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor acordaron ayer abandonar la formación musical “por principios morales y religiosos” y en apoyo al que hasta ayer era su director, José Pedro Pomares Campaña.
En un escrito remitido por los integrantes de la Banda se explica que con la marcha de Pomares, que presentó su dimisión por desacuerdos con la Junta de Gobierno de la Cofradía, “se va la ilusión por luchar por derecho, por hacer bien las cosas en siete años demostradas”.
Recuerdan que sus comienzos y su apuesta “al cien por ciento” fue por el proyecto que “gestó” J. Antonio Hurtado y “que dio forma” J. Pedro Pomares, y que según dicen, “no era otro que ser una institución musical en nuestra Semana Santa”.
El grupo apoya igualmente la decisión adoptada por Pomares y que dice ser “la correcta” argumentando que “cuando somos incómodos en nuestra propia casa y después de tratar de todas las maneras posibles la reconciliación sin éxito, sólo nos queda retirarnos, no sin ello llevarnos grandes y buenos recuerdos”.
En el balance que hacen de estos siete años de vida de la Banda, aseguran que haber crecido, “gracias a un grupo formado por jóvenes inquietos, aprendiendo verdaderos valores sociales y humanos. Este es el pilar fundamental que nuestro director, por encima de su intención musical, ha querido infundir en todas y cada uno de las personas que hemos pasado por las filas de la Banda, los que seguimos con él y los que nos traicionaron”.
En su recuerdo del pasado afirman que han sufrido las críticas de otros, “motivadas por la envidia y la impotencia reprimida de algunos que se hacen llamar hermanos cofrades. No obstante, hemos salido airosos de cuantas trabas se nos han puesto a lo largo de estos siete años de existencia, algunas de ellas incluso desde grandes instituciones, y lo hemos hecho de la mejor forma que hemos sabido, demostrando que nuestro trabajo nunca ha sido en vano, aumentando en la medida de nuestras posibilidades la calidad en la ejecución de Marchas Procesionales y ofreciendo un nuevo aire a las Estaciones de Penitencia de las Hermandades y Cofradías con las que hemos procesionado”.
La Banda reitera su apoyo a Pomares e insisten en que están “totalmente de acuerdo” con la decisión que éste adoptó. “Entendemos sus motivos, pues la ira, la hipocresía, la soberbia, la envidia, la pereza y la mentira, siendo pecados, nunca han sido pilares en los que se basara la estabilidad del grupo humano de la formación musical y jamás aceptaríamos la imposición de éstos por parte de entidad o persona alguna, porque no tiene justificación y menos en el ambiente en el que siempre hemos estado apegados, el de una iglesia y una cofradía”.
En último instancia, el colectivo explica que si bien abandonan la formación en la que “hemos nacido y en la que nos hemos desarrollado”, no dejan a un lado “su ímpetu e ilusión por seguir mejorando en nuestros valores personales y como músicos. Estamos dispuestos a afrontar con determinación un futuro que hoy por hoy auguramos difícil, pero seguimos convencidos en nuestra fe y nos abandonamos a ella. Sólo Dios sabe por qué hace estas cosas y en sus manos encomendamos nuestras ilusiones”, concluye el escrito de la Banda.