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El encargado del cementerio alerta sobre la inminente falta de capacidad del camposanto
“Dentro de 12 o 14 años no habrá más espacio para enterrar a los muertos”. Con esta frase el encargado del cementerio municipal, Mariano Carralero, trató de alertar sobre la inminente falta de capacidad del cementerio municipal que de momento ya alberga más de 40.000 cuerpos.
Aseguró que en la ampliación está prevista la construcción de un nuevo columbario, ya que en el actual quedan únicamente “tres filas con 34 nichos cada una” para completar las nueve filas que forman la galería. “Supongo que en tres años estará completo”, estimó.
Incineraciones en alza
Mariano Carralero explicó que son cada vez más familiares los que optan por incinerar a sus difuntos. “Hay meses en los que se producen entre 10 y 12 incineraciones y eso para Melilla es mucho” afirmó. La cremación cuesta alrededor de 130 euros.
Recordó que el horno crematorio se instaló en el cementerio en el año 92 y que en aquel entonces, pocos se decantaban por esta forma para despedirse de sus seres queridos. “Es una opción que se ha impuesto lentamente y que ahora cada vez más personas tienen en cuenta”. Otro cambio que ha percibido el administrador del camposanto es que cada vez menos familiares acuden al cementerio para el cuidado de las lápidas. “Hace unos años la gente se acercaba con mucha más frecuencia para dejar flores o limpiar las tumbas. Además, para dejar todo apunto para el Día de Todos los Santos, los familiares de los difuntos ya empezaban a venir en octubre”, explicó.
Carralero tienen autoridad para hacer este análisis. Le avalan 38 años de experiencia. Recuerda sin pestañear el primer entierro que se produjo en el cementerio de a ciudad: “4 de abril de 1892. Capilla derecha, fila dos, número uno. Francisco López López, un bebé de tan sólo cuatro meses”.