Han hecho un curso de formación ocupacional financiado por la UE en el que les han enseñado a hacer un currículo más completo. El certificado que han recibido les valdrá a la hora de pedir la residencia por arraigo.
Dieciséis internos del Centro de Estancia Temporal de Melilla (CETI), solicitantes de asilo político, recibieron ayer el diploma que acredita que han recibido un curso intensivo sobre cómo elaborar un currículo con parámetros internacionales y que han trabajado en un proyecto europeo. El taller, impartido por la profesora de Sociología de la Universidad de Burgos Mónica Ibáñez, está financiado por la Unión Europea y desde 2010 lo han recibido ya 1.500 personas en seis países de la Unión Europea (España, Bulgaria, Reino Unido, Francia y Austria).
“Hay ejecutivos europeos que pagan cantidades ingentes de dinero por recibir formación para elaborar su porfolio por competencias que le hemos enseñado en dos días a cuatro mujeres y doce hombres internos en el CETI”, explicó ayer Ibáñez a El Faro.
El diploma que se les da a los 16 internos del CETI por participar en este curso, insiste Ibáñez, lo pueden presentar a la hora de solicitar la residencia por arraigo, porque este proyecto está enmarcado en el programa Leonardo Da Vinci de la Unión Europea.
El porfolio por competencias
El porfolio por competencia es una página extra que se añade al currículo en la que se explica qué hemos aprendido y qué sabemos hacer. “Muchas mujeres sin formación creen que no tienen cabida en el mercado laboral y obvian que ellas tienen competencias como coser, capacidad para gestionar su tiempo, tomar decisiones en la casa o cocinar que no aparecen en el currículo”, apuntó la profesora de Sociología de la Universidad de Burgos, de visita en Melilla a través de la gestión hecha por la ONG ACCM.
En el curso de formación ocupacional impartido en el CETI e incluido en el proyecto europeo Migrapass se le ha enseñado a los alumnos a darse cuenta de todo lo que saben hacer y a que sean conscientes de que están mucho más preparados para acceder al mercado laboral de lo que en realidad creen.
La primera reacción de los internos del CETI que han hecho el curso ha sido “ponerse contentos”, al descubrir que tienen otras competencias que hasta ahora no tenían en cuenta a la hora de hacer su currículo.
“A cada uno le entregamos un cuadernillo que pueden ir modificando a lo largo de su vida con las cosas que vayan aprendiendo, señala Ibáñez.
La dirección del CETI, añade la socióloga, ha tenido muy buen ojo a la hora de seleccionar a los alumnos del curso. “Es un grupo excepcional. Hay gente muy válida que, como mínimo, habla dos idiomas” y comenta que hay algunos que se han dirigido a ella indistintamente en inglés o francés, además de hablar las lenguas de su padre o su madre, que normalmente suelen ser distintas.
Hay que tener en cuenta, añade la experta de Burgos, que “los inmigrantes que vienen habitualmente son los más listos, los que no tienen miedo a lo que les pueda esperar aquí. Los que no tienen ambiciones ni proyectos de vida no se arriesgan”.
Curso intensivo
El curso, añade Mónica Ibáñez, les ayudará a tener una nueva visión por competencia de sus cualidades. Normalmente, explica la socióloga, estos talleres suelen durar un mes, pero en este caso se ha hecho en dos días y de manera intensiva. Ayer (el jueves) estuvimos de 9.00 a 19.00 horas. En clase hemos debatido sobre las habilidades que tienen para hacer cosas. “Casi todas sabemos hacer punto o coser y ahora con la crisis, existe la posibilidad de que esas habilidades nos sirvan para trabajar porque la gente se compra menos ropa y opta por remodelar la ropa antigua”.
Mónica Ibáñez pone un ejemplo claro de para qué sirve ser conscientes de todo lo que sabemos hacer. “Si un empresario de la hostelería busca un camarero y le llegan 15 currículos iguales, pero sólo uno añade una hoja de competencias en la que aclara que sabe gestionar su tiempo y que ha estado alguna vez en la cocina, por lo que también sabe manipular alimentos... A igualdad de currículos lo normal es que el que selecciona se decante por el que tiene la hoja de competencias”.
Por la integración profesional
El programa europeo Migrapass, que se ha estado desarrollando desde 2010 y culmina este año, busca mejorar la integración profesional de los inmigrantes.
Desde el tratado de Ámsterdam de 1997, las migraciones transnacionales son competencia de la Unión Europea. El programa de “aprendizaje a lo largo de la vida” se refiere a competencias clave, como el conocimiento, habilidades y conducta profesional apropiada que son esenciales
en la actual sociedad del conocimiento. La finalidad principal de Migrapass es proponer un por-
folio y un programa de formación con el objetivo de valorar la experiencia única de la migración y, de este modo, mejorar las oportunidades y las perspectivas de los inmigrantes en el mercado laboral.