La Espiguera fue el escenario principal donde se han llevado a cabo durante más de dos meses la mayor parte de las actividades. La tercera edición de la Escuela de Verano, una iniciativa puesta en marcha por la Fundación Sociocultural y Deportiva de la Federación Melillense de Fútbol, cerró sus puertas el pasado viernes. Y qué mejor forma de hacerlo que con una fiesta de fin de curso en el campo federativo de La Espiguera, escenario principal donde se han llevado a cabo durante más de dos meses la mayor parte de las actividades programadas por los organizadores.
Los alumnos que asistieron a este último día, en torno a los veinticinco, se lo pasaron en grande con los numerosos y diferentes juegos que se prepararon para la ocasión, recibiendo al término de la jornada bolsas repletas de caramelos y un CD de regalo con las mejores fotografías.
La Escuela de Verano 2012, sin duda, ha resultado un completo éxito, sobre todo en el aspecto participativo, ya que han sido alrededor de 80 los chavales que han tomado parte en este evento dirigido a niños y niñas de 4 a 12 años, que se ha desarrollado durante las mañanas, de lunes a viernes y en horario de 9’00 a 14’00 horas.
Las diferentes actividades hicieron las delicias de los más pequeños
Actividades tan diferentes como natación, fútbol, multideporte, taller de inglés, unas chiquiolimpiadas y las múltiples excursiones a la playa o al Parque Forestal Juan Carlos I han hecho disfrutar a los más pequeños, a la vez que han ido adquiriendo conocimientos en distintas disciplinas deportivas.
Y sin olvidar, por supuesto, la convivencia del día a día, lo que hace que esta Escuela haya destacado, sobre todo, por ser educativa.
En cuanto a la programación de este evento, y dadas las buenas condiciones climatológicas, las iniciativas de agua y playa han tenido un papel relevante. No en vano, resultan muy atractivas para los niños y niñas.
La Escuela de Verano, gracias a su programa de actividades lúdicas y educativas de calidad, ha permitido a muchos padres conciliar el trabajo con la vida familiar a lo largo de un periodo concreto del año como son los meses de julio y agosto. A la vez, los chavales han aprendido, convivido y disfrutado con las numerosas actividades.