Los últimos datos del desempleo del pasado mes de agosto no hacen sino engordar las malas noticias que en apenas tres días de este iniciado de septiembre se han generado. El paro, en términos generales, ha aumentado en todo el territorio nacional, salvo excepciones muy puntuales en algunas regiones. Sin embargo, la suma de éstas no deshace los malos datos que, rompiendo la tónica de meses anteriores, daban una minúscula y ligerísima esperanza no solo a los políticos que declaran como su máxima prioridad la lucha contra el paro, sino a muchos ciudadanos que tenían confianza en que esa tendencia a la baja se mantuviera en el tiempo, y pese a que era muy poca, cogiera carrerilla y cada vez se incrementara más.
No ha sido así, a pesar de que agosto sigue siendo un mes turístico por excelencia. Sin embargo, la crisis se ha notado y sin duda las contrataciones han caído en picado, y aquellas que se produjeron en junio, e incluso en julio, no se han mantenido, precisamente por efectos de la crisis.
Melilla tampoco ha roto esa tendencia de incremento del paro, y con sus 62 desempleados más, deja las cifras en la Ciudad Autónoma en 12.277 y aporta su parte a esos más de 4,6 millones de ciudadanos en todo el territorio nacional, para quien el futuro, especialmente en esta cuesta de septiembre, pinta todavía peor que hasta ahora. Porque, por mucho que digan, todavía se puede ir a peor.