Ocurrió en la madrugada del viernes, entre las 04:30 y 04:45 horas, en la zona del Barrio Chino. Tres guardias civiles sufrieron heridas leves a causa de la intervención.
Dos inmigrantes de un grupo de unos 50 consiguieron en la madrugada de ayer saltar la valla fronteriza a la altura del paso de Barrio Chino. El asalto se produjo con fuerza y los indocumentados manifestaron una clara actitud “violenta”, según informó fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla. Estos dos inmigrantes fueron atendidos en las dependencias del Hospital Comarcal al presentar heridas leves, uno en la pierna y otro en la muñeca. Asimismo, tres agentes de la Guardia Civil que intervinieron en el intento de entrada también resultaron heridos leves. Sin embargo, fuentes consultadas por El Faro aseguraron que estas lesiones no se produjeron por el enfrentamiento ‘cuerpo a cuerpo’ con los inmigrantes, sino que fue como resultado de la rápida intervención de los agentes de la Benemérita.Además de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local han colaborado conjuntamente y durante la mañana de ayer realizaron varias batidas en la zona del polígono del SEPES, en concreto, en algunas de las naves que allí se encuentran, ante la posibilidad de que algún inmigrante pudiera haberse escondido ahí.Después de pasar por dependencias hospitalarias, los dos inmigrantes que consiguieron entrar ayer en la ciudad fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía para tramitar el correspondiente expediente de expulsión, en aplicación de la Ley de Extranjería vigente. Posteriormente, fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).La pasada semana otro grupo de inmigrantes de origen subsahariano intentó saltar la valla perimetral en el mismo punto, en las inmediaciones del paso fronterizo de Barrio Chino. En este caso, consiguieron su propósito siete inmigrantes de alrededor de un grupo de 30 que intentaba alcanzar suelo español, pero que fueron repelidos posteriormente por agentes de la policía marroquí. Este intento de entrada se produjo también a la misma hora, en torno a las 04:30 horas.La llegada de las buenas temperaturas favorece los intentos de entrada de inmigrantes en la ciudad, tanto por vía marítima como terrestre. Pero los últimos intentos se están produciendo precisamente a través del perímetro fronterizo y por grupos bastante numerosos de inmigrantes. Ello también responde a que, al otro lado de la valla, existe una bolsa de más de medio millar de inmigrantes esperando la ocasión para entrar en territorio español, según informó el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, recientemente. Por ello, se han tomado algunas medidas disuasorias como la salida del helicóptero de la Guardia Civil, que patrulla por la noche en las inmediaciones del perímetro fronterizo.
Las autoridades no descartan más intentos violentos
La última entrada de inmigrantes a través de la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos se caracterizó por la actitud “violenta” de los propios inmigrantes. Las autoridades melillenses no descartan que, a causa del buen tiempo veraniego, se produzcan más intentos en las próximas semanas y con similares características. “Nuestra obligación es la de defender la integridad del territorio nacional”, afirmó ayer el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, quien se reafirmó en sus declaraciones de la semana pasada cuando explicó que la presión migratoria en la ciudad se ha visto aumentada y que al otro lado de la frontera existe una bolsa de más de 500 inmigrantes esperando su oportunidad para entrar de manera irregular a la ciudad.
El Barkani achacó la actitud “violenta” de los inmigrantes a su situación de “desesperación”, ya que “han hecho un viaje muy largo y engañados por las mafias hacen todo lo que pueden para entrar”. Por ello, las autoridades policiales y de la Guardia Civil no descartan que se produzcan más intentos de entrada, vía marítima o terrestre, con similares actitudes.
Por otra parte, el delegado del Gobierno en la ciudad destacó la colaboración que existe con las autoridades policiales de Marruecos en el control de los flujos y la presión migratoria, pero insistió en que esta problemática no debe entenderse como un asunto exclusivamente concerniente entre España y Marruecos. Al contrario, El Barkani dijo que sería un “error gravísimo” sostener esta postura puesto que Melilla es una frontera española y europea, por lo que, el problema de la inmigración debe ser un asunto en el que se impliquen tamibién el resto de países comunitarios. Sólo así podría llegarse a alcanzar “una solución conjunta” que es el deseo “de todos”, apostilló.