El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha anunciado este martes una serie de medidas destinadas a mejorar las condiciones en el paso fronterizo de Beni-Enzar, donde actualmente se registran largas esperas que afectan especialmente a los trabajadores transfronterizos. Según sus declaraciones, las personas que cruzan la frontera diariamente llegan a soportar colas de hasta seis horas, a menudo en condiciones climáticas adversas.
Durante su intervención, Imbroda destacó la urgencia de actuar para ofrecer condiciones más dignas a quienes cruzan la frontera, incluidos niños, personas mayores y enfermos. "No hay derecho a que estas personas pasen horas y horas bajo el sol o la lluvia para poder entrar en Melilla a trabajar", afirmó.
Por ese motivo, afirmó que "allí hay que hacer una acción muy potente de servicio de calidad y de atenciones como poner un techo porque ahí van niños, van personas mayores van personas enfermas no hay derecho lo que tienen que pasar". "Y eso que hablamos de entrar andando, sin coche. Eso sí, escuchamos lo de las fronteras inteligentes cuando cada día vemos más papeles y problemas. No hay derecho", insistió.
Entre las medidas que se implementarán, el presidente subrayó la instalación de una cubierta que proporcione sombra y protección frente a la lluvia, además de nuevos servicios básicos como bancos, puntos de agua potable y asistencia sanitaria. “Es necesario ofrecer un espacio adecuado, con servicios similares a los que se encuentran en aeropuertos o estaciones marítimas”, señaló.
Además, el Gobierno local está en proceso de negociación para adquirir terrenos cercanos a la frontera con el objetivo de ampliar las infraestructuras. Imbroda advirtió que, si no se llega a un acuerdo con los propietarios, se procederá a la expropiación por utilidad social.
Imbroda también dirigió duras críticas al Gobierno de España, al que responsabiliza directamente de las deficiencias en la gestión fronteriza. “Es una asignatura pendiente que debería asumir el Gobierno nacional, pero nosotros no vamos a quedarnos de brazos cruzados”, afirmó. El presidente aseguró que las obras se iniciarán en 2025, independientemente de las decisiones que tome el Ejecutivo central.
Apertura "histórica"
El presidente de Melilla criticó la reciente reapertura de la aduana, calificando como exagerado el calificativo de "histórico" atribuido por el portavoz de los socialistas, Rafael Robles. Imbroda recordó que la aduana funcionó de manera ininterrumpida desde tiempos de Isabel II hasta que se cerró en 2018 con la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. Es más, indicó que fue en el año 1955 cuando se aplicaron las primeras normas fiscales de paso.
Según sus palabras, el cierre impuesto unilateralmente por Marruecos a escasos meses de la llegada de Sánchez al Gobierno de España a través de una moción de censura contra Rajoy, supuso "un duro golpe para la economía local y el restablecimiento de la actividad aduanera actual no compensa el daño causado en los últimos años".
Imbroda concluyó señalando su frustración ante la falta de atención del Gobierno central hacia Melilla: "No hay nadie que realmente piense en Melilla de manera positiva. La situación de la aduana sigue sin solucionarse completamente, y los problemas son aún mayores hoy en día".
El jefe del Ejecutivo melillense reconoció que el tema "le duele", aunque "da para mucho" en lo que a respuesta política se refiere. "En el fondo me duele. No tienen ahí a nadie que pueda decir 'vamos a mirar por Melilla, vamos a hablar de algo positivo por Melilla. Que me da igual que pongan a alguien del PSOE, del Partido Comunista o lo que quieran pero que cuando se pegue a la puerta haya alguien ahí que no diga ni mantras ni mentiras".