El pasado 26 de octubre fueron desalojados por el estado de ruina del edificio. Reclaman ayuda de Bienestar Social.
Hace dos semanas Fouzia Abdali y sus dos hijos, juntos con los vecinos del inmueble en General Marina, fueron desalojados de la vivienda en la que estaban residiendo de alquiler a causa de la situación de ruina del edificio. Desde entonces, tanto ella como sus hijos se han alojado, por separado, en las casas de familiares y amigos. Abdali acudió ayer a El Faro para solicitar públicamente ayuda de la Administración local para encontrar una vivienda donde pueda vivir otra vez con sus hijos. También quiere recuperar sus muebles y pertenencias, que se encuentran en los almacenes municipales, en las cercanías del matadero municipal.
Junto con su sobrina Hayat, Abdali afirma que ha recorrido la Consejería de Bienestar Social, Fomento, Vivienda y la Viceconsejería de la Mujer. Aseguran que sus responsables “se pasan la pelota unos a otros”. “En Servicios Sociales me dicen que únicamente me pueden ayudar económicamente para pagar el primer mes y la fianza de una vivienda, pero que la tengo que buscar yo y que no sea muy cara”, explica Abdali y añade que “en Melilla no hay ninguna casa con dos dormitorios de menos de 600 euros”.
Abdali se encuentra actualmente sin trabajo y no percibe ninguna prestación por desempleo y el hecho de estar viviendo “de prestado” y separada de sus hijos, de 17 y 13 años, “no hace la vida más fácil”. Además, si quieren recuperar a sus pertenencias, tienen que pedir una autorización policial para acudir a los almacenes municipales donde se encuentran sus muebles. “La Policía ya nos ha dicho que no podemos ir cada vez que queramos”, apuntó Abdali.
“No nos ayudan a buscar una casa, se pasan la pelota unos a otros y tampoco podemos acceder a una casa de acogida ni a un albergue. ¿Qué solución tengo?”, se pregunta Abdali.
Ante esta situación, Fouzia y su sobrina afirmaron haber acudido al paseo que el líder del PP, Mariano Rajoy, dio en el centro el pasado martes. “Simplemente queríamos hablar con él y con el alcalde para que nos escuchara, pero la seguridad que llevaba nos echó de allí y nos dijo que no podíamos hablar. Una señora nos tomó los datos y nos aseguró que nos iban a llamar y aún estamos esperando”, comenta su sobrina. Por último, Abdali informó de que ya el pasado 23 de septiembre solicitó en la Ciudad Autónoma una reunión con el presidente de Melilla, Juan José Imbroda. Pero esta petición que aún no ha sido respondida, ya que “dicen que nos tienen que llamar para poder tener una reunión, pero ¿cuándo?”, se lamentó.
El Faro intentó ayer, sin éxito, contactar con la consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, para recabar su opinión sobre estos hechos.