Estas son fechas especiales, se vienen jornadas de reuniones, de alegría y emoción. Son muchas las ganas de reencontrarse con familiares y amigos en Navidad. Un torrente de emociones que se ve reflejado en el Aeropuerto de Melilla.
Los reencuentros navideños en los aeropuertos son un clásico de la Navidad. Se trata de momentos llenos de emoción y calidez. Al final, muchas personas viajan se desplazan desde diferentes lugares o desde Melilla hasta otros puntos para reunirse con sus seres queridos.
El aeródromo de Melilla suele ver estos días abrazos efusivos, lágrimas de alegría y sonrisas al reencontrarse después de mucho tiempo.
Estos momentos suelen ser especiales porque simbolizan el espíritu de la Navidad: Unión, amor y pasar tiempo con la familia. Algunos viajeros traen regalos en las manos, mientras que otros llegan con sus historias y el simple obsequio de su presencia.
Además, estos reencuentros son una de las razones por las que muchos consideran los aeropuertos lugares mágicos, especialmente en esta temporada, puesto que reflejan la importancia de la conexión humana y el anhelo de estar con quienes se quiere.
Estos son días de mucho tráfico aéreo y nuestra ciudad no es una excepción. Trabajadores y estudiantes llegan o parten de nuestra ciudad con destino al calor de su hogar.
El Faro se ha acercado hasta el Aeropuerto de Melilla para conocer los testimonios de ciudadanos locales y foráneos que se encuentran en la terminal para marchar o llegar a nuestra ciudad.
Testimonios
Muchos melillenses se encontraban en la jornada de hoy en la terminal del aeropuerto, esperando a sus familiares. Otros en cambio, se encontraban esperando su vuelo para partir hacia sus destinos de origen o incluso también de viaje.
La afluencia era constante en el aeródromo melillense, según confirmaron a este medio fuentes de la terminal.
Marta acababa de llegar del vuelo procedente de Málaga. Esta joven melillense estudia la carrera de Psicología en la ciudad de la Costa del Sol y con las vacaciones, vuelve a casa por Navidad.
Estas dos semanas las pasará en grande, rodeada de su familia y amigos. A pesar de no poder sentirse más cómoda en Málaga, Marta echa de menos Melilla, aunque sobre todo, lo que más añora es a "su gente".
Es por ello que aprovechará estas navidades para, según dijo, disfrutar y pasarlo en grande.
En el caso de Alicia, se encontraba fuera de la terminal esperando a su hijo, quien también llegaba de vacaciones de la universidad. En el caso del joven, no venía con vuelo directo, por lo que ha tenido un largo periplo hasta llegar a Melilla. No importaba la tardanza, esta madre sólo quería ver a su hijo por fin y, de una vez, abrazarlo, dándole la mejor bienvenida.
Por su parte, Raquel había llegado desde Madrid, donde se encuentra trabajando desde este verano. Esta melillense ha venido a la ciudad en más ocasiones desde entonces. Sin embargo, este retorno concreto es diferente. Tal vez el espíritu navideño, tal vez el hecho de cambios tan profundos en su vida; Raquel valora su llegada como "un chute de energía".
Para estos días, sus planes son claros: Familia, amigos, terraza y disfrutar del clima.
No todo eran llegadas, puesto que Chakib se disponía a embarcar rumbo a Málaga. Al tener unos días de descanso en el trabajo, había decidido pasar la próxima semana con unos familiares en la península.
"Siempre se agradecen unas vacaciones. Lo pasaremos bien".
Los aeropuertos son lugares donde se mezclan emociones. Un punto de reencuentros y momentos especiales que en estas fechas tan señaladas, se convierten en un espacio donde se refleja la esencia de la Navidad.
Sobre todo cuando las compañías aéreas te dejan en tierra por overbooking, vendiendo más billetes de los que deben, y las autoridades dejándolas hacer.