Domingo, 16 de octubre de 2011, siete y media de la mañana.
El agua mana en abundancia por los surcos de un proyecto de construcción de 26 viviendas sociales a instancias de la Ciudad Autónoma. ‘El Alminar de Melilla’ –que nos cede las fotografías- había advertido públicamente que, antes de tirar para adelante con semejantes proyectos, hay que hacer sondeos arqueológicos marcados por ley, “ese mismo certificado que tenían en las obras del Kursaal y luego les apareció el muerto”, señala ‘el alminar de melilla.com’.
Y es que no sólo se trata de encontrar restos arqueológicos –lógicos, por otra parte, debido a la cercanía del Cerro de San Lorenzo- sino que puede existir niveles freáticos imprevistos. La cosa es fácil: se rompe la tubería o se abre el aljibe y el agua mana…y mana desde el pasado día 10 de octubre, momento en el que la pala excavadora hizo su trabajo en las cercanías del edificio de Telefónica. Pese a los esfuerzos por achicar el líquido elemento de los trabajadores de la obra, el agua se embalsa y sigue saliendo.
Teniendo en cuenta la finalidad social del proyecto, nada menos que 26 nuevas viviendas en pleno centro de Melilla, en la intersección de las calles de Querol y Villegas, parece lógico exigir el cumplimiento de todos los requisitos legales antes de trabajar en el subsuelo, máxime si esa agua puede ser aprovechable aunque sea para regar los arreates del cercano y remodelado Parque Hernández. Es un problema de catas.
Hay que catar el suelo antes de manipularlo, máxime en una ciudad con zonas sensibles a la herencia de la historia o, simplemente, con acuíferos inesperados que, en un caso como el relatado, pueden complicar la ejecución de una obra a todas luces positiva para los melillenses, al menos para 26 familias melillenses. Por otra parte, se elimina la posibilidad de que el fenómeno del manado líquido vuelva a producirse.
Los vecinos de Querol, a la altura del bar Nueva España, han podido dormir poco en la noche del sábado al domingo porque el agua ha estado cantando y campando a sus anchas. Ahora debería llegar la operación de secado no exenta de últimas comprobaciones sobre acuíferos adicionales a este que funciona irreverentemente desde el 10 de octubre