El complejo el V Pino acogió ayer noche la Verbena del Mayor, una actividad que se enmarca dentro del programa La vida es oro, organizado por la Consejería del Mayor.
Hasta este espacio se acercaron la portavoz del Gobierno, Fadela Mohatar, el consejero de Deportes, Miguel Ángel Fernández, así como la viceconsejera de Igualdad y Mujer, Fadwa Abelhadj Benlafki.
A las 21:00 horas dio comienzo este evento al que acudieron cientos de personas que no querían perderse una noche mágica, repleta de color, luz, diversión y mucho calor.
Un calor que, sin embargo, no mermó la alegría de los comensales que pudieron degustar diferentes platos seleccionados especialmente para la ocasión.
Antes de sentarse en sus respectivas mesas, los presentes tuvieron la oportunidad de hacerse una fotografía en un photocall, engalanado con flores.
También disfrutaron de un derroche de arte y poderío con las actuaciones de Gonzalo Carmona y Noe Mata, entre otros artistas locales. Además, los presentes pudieron contemplar todo un derroche de actuaciones, concursos, juegos y demás iniciativas.
Las barras se llenaron de asistentes, deseosos de refrescarse en el fin de un cálido día de agosto en Melilla. Y es que cabe destacar que las consumiciones fueron a precios populares. La banda sonora de la fiesta no podía ser más apropiada y el flamenco no pudo faltar, así como coplas del legendario Manolo Escobar.
El objetivo de esta iniciativa es retomar las verbenas entre los más mayores de nuestra ciudad. Además de darles un momento en el que festejar su tercera juventud, aunque a juzgar por la alegría de los asistentes de tercera juventud, nada de nada.
Dichos eventos son acogidos con los brazos abiertos por los ciudadanos, ya que se trata de un colectivo de melillenses que necesita toda la atención de la ciudadanía. Por este motivo, la Ciudad Autónoma ofrecerá múltiples propuestas de ocio y cultura para los mayores melillenses.
A juzgar por el buen ambiente que se respiraba, los participantes estaban dispuestos a quedarse hasta última hora de la noche sin perder la sonrisa, ni, mucho menos, las ganas de disfrutar porque la vida es oro.