La Congregación de la Virgen de la Victoria, Real, Alcaldesa Honoraria y Patrona de Melilla, dará unos cursos preparativos a modo de charlas a los acólitos de la Cofradía para la celebración de la efeméride el próximo día 8 de septiembre.
Según el presidente de la Congregación, Luis Manuel López, esta charla preparatoria para portar los enseres propios de la procesión que se celebrará en el citado día, tendrá lugar el próximo día 29 de agosto a las seis de la tarde en salones parroquiales de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
La Misa solemne tendrá lugar en la misma iglesia a las 12,00 del mediodía el día 8 de septiembre, y la procesión será el mismo día a las siete de la tarde. Para llevar a cabo dicha procesión es necesario que los acólitos sepan lo que tienen que hacer y llevar cada uno de ellos. Es decir, todos los enseres que el acto requiere y para ello, el presidente de la Congregación tiene que informar sobre esta materia. Siendo el lugar más indicado los salones parroquiales de la iglesia donde la Patrona de Melilla se encuentra en estos momentos.
Nuestra Señora la Virgen de la Victoria fue reconocida por la ciudadanía católica melillense antes de que lo fuera oficialmente en 1756 por el Rey Fernando VI que fue quien ratificó dicho patronazgo.
La citada advocación religiosa estaba destinada a las colonias españolas en el continente americano, sin embargo, cuando salió del puerto, el barco que la transportaba se enfrentó a una fuerte tempestad que forzó que éste tuviera que retornar al puerto africano. Finalmente la Virgen de la Victoria fue la imagen que nunca se quiso ir de esta ciudad y el pueblo melillense la reconoció popularmente como la Patrona de Melilla, durante el Siglo XVI.
Su residencia siempre ha sido, o la mayor parte del tiempo en que Ésta ha sido la patrona de la ciudad, la iglesia de la Purísima Concepción.
La iglesia de la Purísima Concepción está ubicada en la antigua ciudadela de Melilla la Vieja. Sus obras dieron comienzo en el Siglo XVII, en concreto en 1657 prolongándose veinticinco años. A lo largo del Siglo XVIII fueron erigidos los diferentes altares y retablos que a día de hoy se conservan a excepción del ubicado en el altar mayor que fue pertinente reformar y data de 1931.
El terremoto de enero de 2016 causó desperfectos en la construcción obligando a cerrar sus puertas a los devotos y al publico en general. Actualmente se haya en proceso de restauración.
El visitante podrá observar frente a la sobriedad de la fachada que destaca la belleza de su interior en el que se puede contemplar, hoy desprovistos de imágenes, altares y retablos de gran riqueza decorativa, que prima el estilo barroco.
Algunos ya desaparecidos como el de la Virgen del Carmen, San Antonio o la Inmaculada Concepción.
En esta iglesia, La Purísima, siempre se ha venerado a Nuestra Señora de la Victoria, Patrona Coronada y Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Melilla. De hecho, este templo es la residencia oficial de la Patrona de la ciudad, Sin embargo, la talla se encuentra de manera provisional en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús mientras duran las obras de rehabilitación.
Es digno de mención que la iglesia de la Purísima Concepción hasta 1797 fue el único cementerio de la ciudad. Diferentes criptas pertenecientes algunas a las distintas hermandades y cofradías albergan aún los restos de los antiguos moradores de Melilla la Vieja.
La iglesia en la que la Patrona reside en la actualidad, destaca sobre todo en sus volúmenes, ya que constituye un bello estilo románico con una fachada bastante decorativa.
El 7 de octubre de 1571 el Papa Pío V instituyó la fiesta en honor a Nuestra Señora de las Victorias para conmemorar el triunfo de las tropas cristianas en la batalla naval de Lepanto. Este triunfo supuso salvar a Europa su propia identidad religiosa y cultural
Si bien es cierto que es verdaderamente difícil saber el día exacto en el que nacieron las fiestas patronales en honor a la citada advocación religiosa, se sabe que su celebración en Melilla sería a lo largo del Siglo XVII, ya que hay constancia de que los ciudadanos melillenses cubrían los balcones con colgaduras y se vestían con los mejores atuendos.
Lo cierto es que esta imagen siempre ha tenido una significación muy importante en el corazón del pueblo melillense, ya que la lejanía de ciudad respecto al resto del territorio peninsular y al estar mismamente rodeada por un territorio completamente hostil con anhelo de conquistar la ciudad española para el Islam, hizo que esta imagen tuviera cierta labor de talismán protector frente a las adversidades propias de aquellas circunstancias. Y su nombre, en referencia a la victoria hispana sobre los turcos, era claro.
En la actualidad Nuestra Señora de la Victoria sigue guardando el secreto de esa devoción tan enraizada en la ciudadanía melillense.