El Aid El-Fitr cierra esta festividad a la espera de la pascua grande, el Aid El Kebir.
Un rezo multitudinario en la explanada del tercio, al que asistieron varios miles de musulmanes, simboliza en Melilla la festividad del ‘Aid El Fitr’, conocida también como la ‘pascua chica’, una celebración con la que se pone fin al mes sagrado de Ramadán. Este día festivo se vivió de forma especial en la ciudad por parte de los musulmanes que tan sólo espera que den dos meses y diez días llegue el Aid El Kebir, la fiesta grande la pascua del cordero.
Como todos los años, el campo de fútbol de Cabrerizas, situado junto al cuartel de la Legión,fue el punto de encuentro de muchos musulmanes melillenses que han querido compartir la dicha de haber cumplido el precepto del ayuno. Para ello, la Comisión Islámica de Melilla (CIM) informó de que se pusieron a disposición autobuses para las personas con problemas de movilidad y para aquellos musulmanes que viven lejos de esta zona, como el centro, el barrio de El Real o el Monte María Cristina. Además, se dispusieron dos lugares de rezo, uno reservado para mujeres y otro para los hombres y se contó con un imán para dirigir la oración.
Otros en cambio prefirieron acudir a su mezquita más cercana, buscando un mayor recogimiento y una menor aglomeración.
La mayor parte de ellos vestidos de blanco, acudieron a la llamada del imán y todos juntos dieron gracias a ‘Alah’ por haberles permitido cumplir un año más con este mes de sacrificio y alabanza.
Tras el rezo, los musulmanes viven una jornada de fiesta en la que, por primera vez en un mes, podrán comer y beber durante las horas de sol.
El ‘Aid El Fitr’ se notó ayer en la rutina de Melilla, pues los comercios regentados por musulmanes estuvieron cerrados, algo a lo que también se une la celebración de la Feria de la ciudad, dedicada a la Patrona, la Virgen de la Victoria, por lo que los melillenses vieron un tanto complicado finalizar sus compras con éxito.
El júbilo de los ciudadanos, musulmanes, cristianos y no creyentes, se une así en una jornada casi festiva en la que las calles melillenses tuvieron ayer una menor afluencia de gente.
También se registró un menor trasiego en los pasos fronterizos, pues ayer el flujo fue mucho más bajo a los de un día entre semana habitual.