El Movimiento en Defensa del Arbolado de Melilla se ha llevado “las manos a la cabeza” cuando el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, ha anunciado que el Parque Lobera, que lleva cerrado seis años, sufriría una remodelación integral a partir del mes de septiembre. Su presidente, José Cobo, teme que la nueva obra ponga en riesgo los árboles que quedan en el recinto y pide que se reparen los daños y se abran las puertas cuanto antes.
La situación del Parque Lobera no pasa por alto a nadie. Cerró sus puertas en el año 2019 y desde entonces muchos ciudadanos han reivindicado su apertura, entre ellos las entidades ecologistas. Durante los años que el recinto ha estado cerrado, gran parte de su arbolado ha sido dañado y se han perdido muchos ejemplares.
José Cobo recuerda que desde que el parque cerró sus puertas ya son varias obras las que se han realizado en el recinto a lo largo de estos años y que suman más de cinco millones de euros. Debido a esto, desde el Movimiento pensaban que lo único que faltaba para que volvieran a abrir el parque al público era plantar nuevos árboles. Sin embargo, según el proyecto de remodelación integral de la Ciudad Autónoma, la actuación iría más allá de eso.
A causa de las obras que se hicieron en el Parque Lobera, explica, se perdieron aproximadamente cerca de un centenar de árboles. Una pérdida considerable para un “parque tan pequeño”. Por eso, la remodelación integral del parque que ha anunciado el consejero de Medio Ambiente significa “que hay que volver a hacer obra, lo que supone un riesgo extra para los árboles que quedan”.
La demanda ciudadana, dice, es clara: “que el parque esté abierto cuanto antes”. Sin embargo, lamenta que desde la Administración local llegan “declaraciones diversas” según quién esté al mando de la Consejería de Medio Ambiente. Cuando comenzó la legislatura, Manuel Ángel Quevedo habló sobre el Parque Lobera; también hizo lo mismo su sucesor, José Ronda; y ahora Daniel Ventura.
Ante esto, nació una iniciativa ciudadana para concentrarse ante las puertas del Parque Lobera, apoyada por el Movimiento en Defensa del Arbolado y Guelaya Ecologistas en Acción, con el fin de protestar ante la situación. No obstante, la concentración, recuerda Cobo, se paralizó, “quedó en nada”, por las declaraciones del presidente Juan José Imbroda “afirmando que el parque se abriría en breve, y ahora tenemos nuevas declaraciones de Ventura”.
Por estos motivos, el proyecto de la Ciudad Autónoma no ha sido bien recibido entre los ecologistas. Reconoce que aunque las otras obras tuvieron lugar durante el anterior Gobierno, con la nueva reforma la inversión que se ha hecho en el parque durante estos años alcanzaría casi 8 millones de euros. Una ingente cantidad para un recinto “diminuto” que solo ha traído, por el momento, “resultados nefastos” pero ninguno positivo para el arbolado.
“Si a esto se le suma que hay que hacer una reforma integral del parque, pues los ecologistas de Movimiento en Defensa del Arbolado no podemos hacer otra cosa que llevarnos las manos a la cabeza”, manifiesta Cobo.
Reconoce que aunque el proyecto parece “prometedor”, de nuevo retrasaría la reapertura del parque a dos años. De ahí, que considere que la “queja ciudadana está justificada”. Lo que ocurre con el Parque Lobera no tiene en vilo únicamente a los ecologistas locales, también a muchos ciudadanos que coinciden en sus reivindicaciones y condenan el estado en el que se encuentra. “Nosotros desde el Movimiento ponemos voz, pero es una queja ciudadana”, añade el portavoz.
La postura de la organización es clara. Piden que se dejen de hacer obras en el Parque Lobera, que se repongan los daños cuanto antes y se planten nuevos árboles para que vuelvan a abrir sus puertas pronto. “Los ciudadanos de Melilla están hartos de promesas, ya nadie se fía de lo que está pasando ahí dentro. Las puertas están cerradas, no hay forma de ver lo que se ha hecho ni lo que se hará”, concluye.
Si van a gastar dinero para dejar el recinto abandonado como el edificio de Correos antiguo, mejor que metan las máquinas excavadoras y borren de nuestro recuerdo lo que fue un hermoso lugar. Ya han agotado la teta y repetir la jugada sin control público es una vergüenza. Otra más, es que ni unos ni otros tienen ningún reparo.
Yo estuve enfrente del parque lobera he intentado entrar y estaba cerrado era una pena velo en las escaleras llenas de mendigos durmiendo y jóvenes haciendo botellón por las noches y no se veía a la policía por ninguna parte incluso saltando las tapias eso fue en septiembre de 2023
Qué Dios nos pille "confesaos ".
8 millones (OCHO) que manera de tirar el dinero, ese parque es el paraíso de los gatos callejeros
Cien árboles perdidos, las puertas cerradas años y gatos saltando los muros del recinto a todas horas
Que despropósito
Supongo que alguien fiscaliza tanto dispendio?