La ansiedad por separación es un trastorno común en los animales y se caracteriza por una angustia emocional intensa que experimentan cuando se quedan solos o se separan de su figura de apego. Pero, aunque los gatos son conocidos por ser independientes, también pueden sentirse solos y experimentar este trastorno cuando se alejan de las personas con las que tienen un fuerte vínculo.
Cuando sufren ansiedad por separación, los gatos específicamente pueden mostrar una variedad de síntomas desde cambio de comportamiento (maullar excesivamente, destruir objetos en casa, hacer sus necesidades fuera de la caja de arena, orinar en la cama o ropa y estar más agresivos) hasta pérdida de apetito y problemas de salud (vómitos, diarreas, autolesiones…).
¿Qué genera en los felinos la ansiedad por separación? Este trastorno, al igual que ocurre con los perros, puede ser causado por una variedad de factores. Una mudanza, un cambio de horario laboral de sus dueños o la llegada de una nueva mascota a la casa pueden generar cambios en su rutina diaria que les produce malestar.
Lejos de lo que muchas personas puedan pensar, los gatos son animales sociales (aunque en un grado distinto al de los canes), por lo que también requieren de cierta atención. Si pasan largos periodos de tiempo solos en casa pueden sentirse ansiosos y deprimidos.
Además de todo esto, un evento traumático, como la muerte de un dueño, puede desencadenar la ansiedad por separación en un gato.
Consejos
A la hora de irnos de viaje y dejar a nuestros gatos con un cuidador, Tiendanimal ofrece varias claves para ayudar a aliviar la ansiedad por separación que sienten los felinos. La primera es una introducción gradual, que consiste en familiarizar al gato con su nuevo entorno antes de que comiencen las vacaciones. Por otro lado, también recomiendan mantener su rutina diaria en cuanto a alimentación, juego y descanso en la medida de lo posible.
También aconsejan establecer un ambiente familiar para la mascota, es decir, proporcionarle objetos que le sean familiares como su camita o sus juguetes favoritos para crear un entorno confortable y se sienta en casa.
Cabe recordar que los snacks y los premios siempre son una herramienta muy útil para que los animales cojan cariño a la nueva familia y, por tanto, les ayude a no pasarlo tan mal cuando sus dueños estén fuera.
María, una joven melillense que se ve obligada a viajar habitualmente por motivos de trabajo, nos cuenta su experiencia. Al principio su gato Micho lo pasaba realmente mal cuando lo dejaba solo. “No estaba acostumbrado y, además, es un poco dependiente. Parece más un perro que un gato”, comenta, quitándole hierro al asunto.
El comportamiento destructivo fue lo más característico, pero también los excesivos maullidos. Lo dejaba solo un par de días y algún amigo le hacía una visita al día. Dejarle ropa suya con su olor y muchos juguetes le ayudaba, pero optó por comprar una cámara y hablarle a través de ella para vigilarlo.
Al final decidió ausentarse de casa más a menudo y “entrenarlo” para cuando pasase tiempo fuera. La pandemia y el confinamiento fue la principal causa de que empeorase su ansiedad, cuenta, porque pasaron las 24 horas juntos y luego llegó el momento de volver a la rutina y separarse.