España finalmente va a ceder los misiles antiaéreos Patriot Pac2, a Ucrania para paliar los constantes ataques rusos a suelo ucraniano. Todos sabemos que el ejército ruso sólo tiene que lanzar drones a hélice con carga vacía como señuelos, para después sus misiles de velocidad hipersónica Kinzal (daga) destruyan los dispositivos antiaéreos terrestres más efectivos con los que cuenta la OTAN hasta el momento.
Según mi opinión, no podemos seguir engañando por más tiempo al pueblo ucraniano; bastante ha sufrido ya. Mucha gente opina que la próxima cumbre de Suiza programada para Junio de este año con el fin de establecer un futuro tratado de paz sin la participación de Rusia no tiene sentido. Y desde una óptica normal, es así. Sin embargo, la situación es mucho más complicada de lo que parece: Rusia no va a firmar nada con Ucrania si va ganando la guerra y sabe que la va a ganar. Así que debe de haber una fase previa de apoyo a un plan de Paz en Ucrania, aceptado de manera internacional y una vez aprobado dicho plan, Ucrania podrá llevarlo como borrador para establecer una base de negociación seria con su contendiente, manteniendo cierta posición de fuerza.
Sabemos que le entreguemos los misiles Patriot o no a los ucranianos, Ucrania va a perder este conflicto bélico, precisamente porque ni la demografía ucraniana, ni la economía y la industria militar estadounidense y europea pueden sostenerla.
Yo siempre he propuesto en mis artículos que desde el río Dniéper hasta las fronteras de Rusia sean estados libres asociados a Ucrania en lo territorial y asociados a Rusia en lo militar y cultural. Sería una solución entendible para todos, ya que Puerto Rico es algo similar en el caso de la integridad territorial de los Estados Unidos... Este plan es más que asumible por la Carta de las Naciones
Unidas.
En lo tocante a los territorios ocupados militarmente por Rusia, se llegaría a un armisticio de siete años para realizar una regeneración de la devastación que ha supuesto este disparate de guerra en dichos territorios, y posteriormente hacer un referéndum con observadores internacionales para que sus habitantes decidan si quieren ser rusos o ucranianos. Y no olvidemos que si quieren ser rusos, Ucrania sería el país invasor de dichos territorios y el marco territorial de Ucrania, reconocido por la ONU en la Década de los Noventa fue un verdadero desastre.
Crimea era rusa antes del conflicto y Ucrania no hizo ninguna guerra, por lo que ahora no entraría en las negociaciones. Si la política de estados libres asociados y de referéndum resulta, entonces, siete años después, se haría lo mismo con Crimea. Antes no; los ánimos están demasiado encendidos como para empezar a negociar este tema.
El paquete de ayuda militar que va a realizar Estados Unidos yo lo veo bien, incluso necesario, y abogaría porque la Unión Europea haga algo similar. Los criterios occidentales deben de estar unificados. Rusia no puede ver fisuras. Pero hay que dejar claro a Ucrania, que este paquete será el último y que la tónica militar que debe de llevar el país eslavo invadido, deberá ser una retirada organizada de sus tropas del frente actual hacia lugares más seguros y estratégicos donde la accesibilidad del ejército ruso sea muy difícil. Ucrania abogará por una política de defensa y no de ataque para que el desgaste militar sea mucho menor. Tiene que renunciar a nuevas contraofensivas que no motivarán otra cosa que una nueva carnicería, haciendo más solvente a la infraestructura militar rusa. Algo que podría tentar a los rusos a atravesar el río Dniéper para invadir todo el país.
Yo creo que si vamos con los pasos acertados. Sin prisa, pero sin pausa, para este verano se podrá alcanzar la paz. No obstante, para que ésta sea duradera, los países fronterizos con Rusia no deberán de tener armas de ataque capaces de poner en riesgo la integridad territorial de Rusia. Deberán de tener armas exclusivamente de defensa. Con misiles que no alcancen más de 80-90 kilómetros y
rehusar a cualquier tipo de aviones de combate furtivos. Además de que las bases estadounidenses
deberán de quedarse en Berlín y no ir más allá.
Por otra parte, la cultura, religión, tendencias políticas e idioma ruso deberán ser respetados en todo el territorio nacional ucraniano. De hecho, si esto no es así, Ucrania nunca estará preparada para entrar en la Unión Europea por mucho que lo desee… Eso para mí es obvio. La UE no es un marco geográfico determinado, sino una forma de interpretar la vida dentro de ese territorio. Es fundamental para nuestro futuro que los propios europeos seamos conscientes de ello.