La asociación Guelaya Ecologistas en Acción presentará una denuncia ante el Defensor del Pueblo por el "frenazo" que ha experimentado el Plan de Movilidad en Melilla y otras ciudades españolas. Manuel Tapia, coordinador de la entidad local, asegura que las medidas implican un retroceso en detrimento de los ciudadanos y la pérdida de una partida de los fondos europeos.
Tapia denuncia que en ciudades como Melilla, Logroño o Valencia, donde el Partido Popular gobierna en coalición con Vox, se ha producido un retroceso en las políticas de movilidad sostenible. Señala que estas medidas van en contra de los objetivos europeos de reducción de emisiones y contaminación, y que ponen en riesgo la salud pública y la calidad de vida de los ciudadanos.
El fin último del Plan de Movilidad es respirar aire limpio. Pero esto se convierte en una difícil tarea cuando en el Gobierno hay un partido que “niega ese cambio climático”, a pesar de ser una medida que ordena Europa y a la que destina los fondos next generation.
En opinión de Tapia, PP y Vox están haciendo que el Plan de Movilidad “haga agua y sufra un retroceso en detrimento de los ciudadanos”, y lamenta que en Melilla la medida también haya pegado un frenazo. “Estas medidas van en detrimento de la ciudadanía y van a provocar que sigan los mismos niveles de contaminación que provocan”, señala.
Manuel Tapia lamenta que la peatonalización de la zona centro no haya servido de mucho para reducir las emisiones. Ecologistas en Acción ya presentó varias alegaciones desde que salió a la luz el proyecto de la Zona de Bajas Emisiones en Melilla porque no cerraban calles al tráfico, como la de Plaza de España.
La calle General Marina, aún en su última fase de obras, es un “doloroso” ejemplo de que lo que comenzó como un “proyecto interesante” se ha ido desluciendo poco a poco. Recuerda el ecologista que en esta vía se ha priorizado el aparcamiento en detrimento de los árboles, lo que ha derivado en una calle pavimentada donde “va a ser muy difícil transitar en verano” y donde “el tráfico va a seguir siendo la principal dificultad para la sostenibilidad y la movilidad”.
Tapia lamenta que se haya desaprovechado la oportunidad de convertir la calle General Marina en un ejemplo de movilidad sostenible. Recuerda que el prestigioso urbanista melillense José Luis Cañavate hizo un proyecto de movilidad sostenible “muy bueno” para Melilla que, sin embargo, ha quedado “en agua”.
En opinión del coordinador de Guelaya Ecologistas en Acción, con General Marina "se está perdiendo una oportunidad increíble" de tener un dosel arbóreo "simplemente por ganar unos pocos aparcamientos".
La comunicación entre Guelaya y la Consejería de Medio Ambiente es nula, informa Tapia, quien lamenta que no se hayan respondido a las preguntas y propuestas que la asociación ha planteado.
En una carta enviada al consejero nada más tomar posesión, Guelaya le trasladó una serie de propuestas para hacer de Melilla una ciudad más sostenible. Entre ellas se encontraba la puesta en marcha antes de diciembre de 2023 de la Zona de Bajas Emisiones, una medida que contribuiría a mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación. Sin embargo, hasta la fecha, no ha habido respuesta por parte de la Consejería de Medio Ambiente.
La falta de comunicación se extiende también a otros temas de vital importancia para el medioambiente de Melilla, como son los vertidos de aguas fecales en el Río de Oro o el control de vertidos de escombros y basura que se produce en la periferia de la ciudad. Casos que los ecologistas han denunciado en numerosas ocasiones. "No solo no nos ha recibido, sino que tampoco ha contestado a nuestras propuestas ni preguntas", concluye Tapia.