El director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, ha mostrado el respaldo de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la infancia a la propuesta del Gobierno de Canarias para promover cambios legislativos que permitan la derivación obligatoria de menores migrantes si no se logra “avanzar con rapidez” en el sistema actual.
En declaraciones a Efe, Vera considera “absolutamente esencial” que haya un sistema de derivación de menores migrantes entre las comunidades autónomas porque “es una responsabilidad de todo el Estado” y no sólo de Canarias, que “también la tiene”, para lo que debe fortalecer su sistema con más medios que garanticen la primera acogida.
“Pero no es solo el sistema canario el que debe hacerlo”, ha agregado el responsable de Unicef en España para poner el foco en la necesidad de que el mecanismo de derivación funcione, algo que no está sucediendo, porque “está en marcha, pero de una forma teórica”.
En concreto, ha detallado que dificultades jurídico-administrativas han provocado que el sistema de derivación no haya funcionado bien, ya que deben establecerse convenios entre comunidades, algunas de las cuales alegan que tienen sus plazas cubiertas, dado que “esto, por ahora, es algo voluntario”.
Sin embargo, Vera reconoce que 5.500 menores acogidos “es un número que sobrepasa las capacidades canarias”, ante lo cual Unicef valora algunas propuestas que ha realizado el Gobierno canario para que se busquen vías para la obligatoriedad.
“Esto se debe hacer y no solamente 'ad hoc', en función de con unas comunidades sí y con otras no, en función de circunstancias que no obedecen al interés superior de cada niño y de cada niña, que es lo que debe ser prioritario en este momento”, ha dejado claro el responsable de Unicef.
Avanzar con rapidez
Según explica, la agencia de la ONU para la infancia lleva tiempo trabajando con el Gobierno, antes con el Ministerio de Derechos Sociales y ahora con el de Juventud e Infancia, para que el mecanismo de gestión de contingencias funcione y que se haga efectiva la derivación.
En este sentido, Unicef ha planteado aportaciones y propuestas técnicas para el mecanismo de contingencia ante crisis migratorias, que lleva incluido un sistema de derivación entre comunidades, porque “hay que intentar que funcione” aplicando las soluciones necesarias que permitan avanzar con rapidez.
Por ejemplo, si el problema es que faltan plazas en otras comunidades para acoger menores, Vera defiende que se habiliten más y que el sistema se fortalezca, evitando así la situación que se está dando en Canarias, “con plazas que están saliendo de una forma que ya no cumplen con los estándares mínimos”.
Si lo que impide que funcione el sistema de derivación es un problema jurídico- administrativo, entonces Unicef apuesta por buscar soluciones simplificando los trámites, de modo que no tenga que haber un convenio por cada niño que se derive, ya que algunas comunidades autónomas piden y otras no y se produce “una discrecionalidad o una disfuncionalidad”.