“Andalucía habría sido muy distinta si Ceuta y Melilla hubiesen formado parte de la Comunidad Autónoma” afirma Rafael M. Martos, autor de “Por Andalucía Libre. La postverdad construida sobre la lucha por la autonomía andaluza” editado por Hojas Monfíes.
Martos, que dirigió El Telegrama de Melilla durante un lustro, asegura que acometió la elaboración de este libro con la vista puesta en “acabar con los bulos sobre el proceso autonómico andaluz, puesto que se ha ido construyendo una historia que nada tiene que ver con la realidad documentada”.
Este periodista, que acumula más de media docena de libros, unos de ficción y otros de investigación, revela el papel jugado por políticos como los socialistas Alfonso Guerra o Rafael Escuredo, pero también el andalucista Alejandro Rojas Marcos, o Manuel Clavero Arévalo, que era de la UCD, y asegura que “la historia ha cambiado los papeles, convirtiendo a los héroes en villanos y en villanos a los héroes”. “Los bulos sobre todo aquello han alcanzado tal nivel que los propios parlamentarios andaluces, en gran medida, desconocen hechos clave y han aceptado la versión oficial recreada tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas” señala Martos.
El libro dedica un capítulo completo al caso de la ahora ciudades autónomas, bajo el epígrafe “La Andalucía africana”, en el que relata las vinculaciones históricas y políticas entre estos territorios a ambos lados del Estrecho, la visión que se tuvo sobre este asunto en los distintos intentos autonomistas, y sobre todo, se centra en lo sucedido durante la Transición.
“Fueron intereses partidistas los que dejaron a las que hoy son ciudades autónomas fuera de la Comunidad Autónoma de Andalucía, porque lo natural hubiese sido formar parte de la misma, pero la izquierda en general, y el PSOE en particular, lo impidieron”, y el motivo no era otro que asegurarse una mayoría futura.
Por el contrario, aunque el Partido Socialista Andaluz estaba en lo que podía denominarse “bloque de la izquierda”, se posicionó a favor de ambas ciudades, como también la UCD, que en este caso habría sido la gran beneficiada, según comenta el autor.
El libro, de casi 300 páginas, desvela detalles inéditos sobre el referendum del 28F, tanto la convocatoria como los resultados y sus consecuencias, el posicionamiento de cada actor político hasta aquel momento, también recuerda el comportamiento de cada formación tras el asesinato de Manuel José García Caparrós el 4 de diciembre de 1977, y como el verdadero protagonista de todo aquello fue el pueblo andaluz, “que arrastró a una clase política que acabó adormeciéndolo y falseando la historia”.