El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en Melilla, Francisco López, no ve “factible” que el Estado conceda la encomienda de la gestión de la sanidad a la Ciudad Autónoma por dos motivos.
En primer lugar, asegura López, porque el Estatuto de Autonomía de Melilla no recoge la posibilidad de legislar, por lo que, de una u otra forma, se mantendría la legislación del Ministerio de Sanidad. Y, en segundo término, el líder de CCOO menciona que la Administración local no tiene fondos suficientes para cubrir esos recursos. Por lo tanto, señala que “esa encomienda sería imposible a no ser que se cambiara el Estatuto de Autonomía y la Ciudad tuviera suficiente dinero para invertir en la sanidad, que, además, es deficitaria”.
“En unos momentos en los que el cobro del IPSI ha bajado mucho por la situación de la frontera, económicamente es inviable”, insiste López, quien cree que, en caso de darse la encomienda, se abriría la puerta a dos escenarios: que los trabajadores cobraran menos o que se redujeran las plantillas, “a no ser que la encomienda fuese para privatizar servicios y bajarlos de coste”.
Además, el secretario general del sindicato aporta otro dato, que es que “sería poner otro obstáculo más en las negociaciones sobre los recursos” adicional a los servicios centrales del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
Por lo tanto, a su parecer, la encomienda sería “una traba más” que significaría “burocratizar más la sanidad de Melilla”.
De hecho, este jueves, durante la concentración de los trabajadores del servicio de ayuda a domicilio frente al Palacio de la Asamblea, López ya avanzó que le extrañaba mucho que la Ciudad Autónoma esté pidiendo la encomienda de gestión de sanidad y que, en el caso de la ayuda a domicilio, una de las “justificaciones” para no tener contrato sea la falta de dinero y quiera que aporte más la Administración General del Estado (AGE). “Si no hay dinero para una cosa, no debería de haber dinero para lo otro, o están solicitando una cosa a sabiendas de que no se lo van a dar para hacer un brindis al sol”, declaró el secretario general del sindicato en Melilla.
López habla con conocimiento de causa, puesto que él es enfermero, y está convencido también de que la Ciudad Autónoma no podría asumir los sueldos que paga el Ministerio, que él calcula en una media de 3.000 euros limpios mensuales para 1.700 trabajadores.
Por último, el dirigente de CCOO apunta otro dato, y es que, si en algún momento vienen enfermos de Marruecos, “esas personas se van luego y no pagan”, por lo que la Ciudad Autónoma también tendría que hacerse cargo de ese déficit. Lo que no puede ser, en su opinión, es lo que pretende el presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda: “gestionar los servicios y que pague otro”.
Cuestiones por aclarar
Desde la Unión General de Trabajadores (UGT), Rita Sánchez piensa que, centrándose en la captación y permanencia del personal facultativo, hay que “agradecer” toda la ayuda que se dé para solventar un problema que afecta a toda España como es la falta de médicos.
Sin embargo, Sánchez reconoce que, para poder emitir una opinión fundamentada, necesitarían saber si las causas por las que se está solicitando la encomienda de gestión están justificadas legalmente y, si lo estuvieran, habría que ver la fórmula jurídica que se aplicaría a esta encomienda de gestión y si se formalizaría a través de un contrato o de un convenio.
“Son cuestiones que no tenemos claras aún, pero imagino que, si la Ciudad ha hecho esa oferta, es porque lo tiene estudiado”, asegura.
Además, dice, está pendiente de ver cuál es la participación de los sindicatos en este proceso y cómo afectaría este cambio a la plantilla, a las funciones del personal, a la organización de los servicios y las condiciones laborales. “Necesitaríamos participar y ver qué se propone y, partiendo de esa base, sí podríamos formular una opinión basada en el conocimiento”, concluye.