A lo largo de esta campaña, La Policía Local de Melilla inspeccionó todos los autobuses destinados al transporte escolar y que realizan dicho servicio en diferentes centros escolares de la Ciudad, comprobándose el cumplimiento de la normativa en todos los casos. Sólo uno excedía la fecha máxima de 16 años para poder llevar a cabo este servicio, motivo por el cual los efectivos policiales procedieron a informar a las autoridades competentes para que adopten medidas al respecto.
Todos los vehículos dedicados al transporte escolar deben cumplir la normativa que se recoge en el RD 443/2001 de 27 de abril sobre condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores. En él se establecen diversos requisitos como la obligatoriedad de que los menores vayan acompañados en el autobús por una persona debidamente cualificada, la antigüedad máxima de los vehículos destinados a este tipo de pasajeros, el seguro de responsabilidad civil limitado o la obligatoriedad de llevar una señal de transporte escolar, entre otros, de singular importancia.
La importancia del transporte escolar en zona urbana, fundamentalmente en determinados lugares donde existe mayor concentración de colegios, hace que la participación de todos los ayuntamientos en esta campaña tenga una relevancia extraordinaria, teniendo en cuenta que está comprobado que a 50 kilómetros/hora, velocidad máxima permitida en vías urbanas, las posibilidades de que un niño sobreviva sin ninguna medida de seguridad es prácticamente nula y que, ni siquiera a poca velocidad, se garantiza la supervivencia.