Abdurrahim Abdelkader Mimun es militar del Regimiento Mixto de Artillería nº32 y donante habitual de sangre desde hace unos 12 años. Una práctica que salva vidas y que intenta fomentar entre los melillenses, también entre sus compañeros del cuartel.
Este militar ha querido compartir su experiencia con El Faro, para que su historia sirva de altavoz y anime a otras personas a ser solidarias con su sangre. No ha querido dejar pasar la oportunidad para agradecer públicamente a la Comandancia General de Melilla su buena predisposición para facilitar que los militares de esta Plaza puedan acudir al Centro de Transfusión en horario laboral. "No ponen pega ninguna para estas cosas, al contrario, las facilita para que puedas ir tranquilamente", señaló.
No recuerda muy bien cómo se inició en la donación de sangre, si escuchó o si vio algún tipo de llamamiento a la ciudadanía ante la escasez que pudiera haber en algún momento, pero el motivo principal por el que decidió acudir por primera vez lo tiene claro. "Lo vi o lo escuché y me dio por informarme. A mi me gusta ayudar y colaborar, así que lo vi bien porque a cualquier persona nos puede hacer falta en alguna situación", comentó.
Ponerse en el lugar de los demás
Ponerse en el lugar de los demás es algo que lleva haciendo desde hace más de una década. Abdelkader señala que cualquiera puede necesitar una transfusión en un momento dado de su vida, por lo que él no duda en hacerlo cada vez que se lo permiten. Además, cuenta con un factor muy positivo, ya que su sangre es un tanto especial. Y es que su grupo sanguíneo es el 0-, más comúnmente conocido como donante universal. Es decir, su sangre es compatible con todos los grupos sanguíneos además de con el suyo propio.
Esta particularidad hace que en ocasiones sea llamado para donar cuando se lo requieren desde el Centro de Transfusión de Melilla, ubicado en un lateral del centro de salud Zona Centro, tal y como ocurrió el jueves pasado. Ante la falta de reservas, este melillense no dudó en volver al centro y así lo ha hecho. Como se puede ver en la fotografía que ha compartido con este diario, Abdurrahim Abdelkader ha acudido este lunes de nuevo a su cita habitual.
En este sentido, para todos aquellos que aún tengan reticencia a donar o miedo por el pinchazo, este donante habitual quiere tranquilizar a los melillenses explicando el proceso. "Si no hay mucha gente, prácticamente en 10 minutos ya ha pasado todo", cuenta a los lectores de El Faro.
El procedimiento es muy simple. Según detalló, el personal del Centro de Transfusión hace unas preguntas personales relativas a la salud de la persona que va a donar, le toman una pequeña muestra de sangre y posteriormente se lleva a cabo la transfusión, por la cual apenas sacan una bolsa de 400 ml. Para poder volver a donar, tiene que transcurrir un periodo de tres meses, por lo que al cabo del año, únicamente se puede hacer en cuatro ocasiones.
"No cuesta nada ayudar y además el personal que te atiende en el Centro de Transfusión es maravilloso", destacó este militar, que hace un llamamiento a la población melillense para colaborar y seguir salvando vidas con un pequeño gesto. Abdelkader anima a todo el mundo a informarse acerca de los requisitos y a donar.