La Policía Nacional dio ayer un nuevo golpe al yihadismo en el transcurso de una operación que se desarrolló de madrugada por parte de funcionarios llegados desde la península horas antes. Fueron detenidas nueve personas en Melilla y un individuo más en Farhana, perteneciente a la provincia de Nador, algo que se sabe a través de fuentes marroquíes porque España no ha dado mucha más información al respecto.
Por curioso que parezca, los datos relacionados con la operación policial los ha facilitado más la agencia marroquí de noticias MAP que por parte de fuentes oficiales españolas. De hecho, la Jefatura Superior solo confirmó que hubo un dispositivo, que era por yihadismo y que se detuvo a nueve personas en la ciudad y una en Nador. Nada más.
De hecho, se le ha preguntado a la portavocía de la Jefatura si esos supuestos yihadistas serán trasladados a Madrid, como ha ocurrido en otras ocasiones, y ni siquiera eso se ha querido hacer público. Todo lo que hemos podido averiguar es que los arrestados pasan a disposición de la Audiencia Nacional, que pueden ser llevados a Madrid o no, dependiendo de que declaren de forma presencial o por videoconferencia. O sea, nada de nada que ponga algo de luz en este asunto.
Marruecos, sin embargo, sí ha dicho que se trata de una operación conjunta entre ambos países, que se les acusa de radicalización y captación de posibles adeptos, y que uno de los detenidos en Melilla ya lo había sido antes por cuestiones terroristas por sus relaciones con las organizaciones yihadistas en el Sahel.
Parece mentira que hayan tenido que ser las autoridades marroquíes las que den cuenta del trabajo policial desarrollado en Melilla por los agentes policiales. Y, desde luego, no se puede decir que la Policía Nacional esté siendo muy transparente en los últimos tiempos si tenemos en cuenta que aún estamos a la espera de saber qué pasó hace unos días cuando se produjeron once entradas y registros en otros tantos domicilios en los chalets de Alfonso XIII, los de la Alcazaba y los alrededores de Enrique Soler, además de en la nave de un conocido empresario local.
De fuentes ajenas a la policía tan solo se pudo averiguar que fue una operación presuntamente relacionada con delitos contra la salud pública (narcotráfico, en definitiva) y blanqueo de capital. En estos últimos días también se ha comentado que se produjeron algunas detenciones y que otras no pudieron llevarse a cabo porque los sospechosos conocieron con antelación el dispositivo y optaron por marcharse a Marruecos.
Pese a los reiterados intentos realizados por El Faro, la Jefatura Superior sigue sin querer dar información sobre ese operativo, en el que habrían participado la UDYCO y la Brigada de Información del cuerpo. Lo único que hemos obtenido es silencio, a pesar de que una emisora de radio de ámbito nacional hizo público en estos días que podría haberse abierto una investigación interna en la Policía Nacional en Melilla para saber cómo pudo filtrarse la noticia de los arrestos que se iban a producir en medio de esa operación.