El cementerio de La Purísima Concepción se ha llenado este miércoles, Día de Todos los Santos, de centenares de melillenses que han acudido a visitar a sus seres queridos que se encuentran enterrados en este camposanto. La mayoría de visitantes con los que ha podido hablar El Faro destacan que la situación del cementerio en cuanto a mantenimiento ha mejorado mucho respecto a años anteriores y que han notado una mayor afluencia de público que estos años atrás.
Hoy era el día de visitas por excelencia. Si durante estos días atrás, hemos podido ver a muchas personas que acudían a limpiar y adecentar las tumbas o los nichos de sus familiares, hoy ha sido el momento de ir a poner flores y de pasar un rato en la intimidad con los que ya no están.
Tradición que perdura en los mayores
Esta es sin duda una tradición de nuestra cultura que no se pierde en Melilla. Prueba de ello son las grandes colas que se han formado en los puestos de flores que hay instalados a las puertas de La Purísima y que ha llenado de color el cementerio en su interior. Este año, las flores en color rosa como los claveles, las rosas o las margaritas han adornado la mayoría de tumbas, innovando respecto a años anteriores en los que las flores más tradicionales como los claveles en color rojo o blanco han sido la mayoría.
Aún así cabe resaltar que son las personas más mayores las que continúan con este legado y las que tienen la tradición de no faltar a su cita en el cementerio cada Día de Todos los Santos para honrar a sus difuntos. "La gente joven ya no suele venir tanto, vienen cuando son chicos porque los padres se los tienen que traer sí o sí", remarcó Juan, un melillense que se encontraba adornando las tumbas de sus familiares.
Tal y como explicó a El Faro, durante estos días atrás se había dado "un palizón" limpiando y arreglando la zona en la que se encuentran enterrados sus seres queridos.
Cada uno elige pasar este día de una forma u otra. Hay quien no tiene la oportunidad de poder acudir con anterioridad a limpiar y arreglar la zona y aprovecha este día festivo para hacerlo. Otros lo han estado haciendo poco a poco durante esta semana y hoy han preferido ir a poner flores o a estar un tiempo frente a las tumbas de sus familiares.
A pesar de la gran afluencia de público que ha habido en este día, algunos melillenses como Patricia destacan que hace años solían visitarlo más personas. Ella recuerda que cuando era pequeña, La Purísima estaba a reventar durante este día. "Cuando yo era pequeña estaba el cementerio más lleno y la gente venía más, ahora vienen los familiares a poner las flores en las tumbas y no hay mucha gente", explicó.
Es una opinión compartida con otros visitantes como María Dolores. Esta melillense acudía a poner flores a muchos de sus familiares que se encuentran enterrados allí ya que, según explicó, no puede hacerlo durante otros días. "Los días 1 siempre ha estado el cementerio lleno y ahora no lo veo con mucha gente. Normalito", señaló.
A pesar de las numerosas visitas que ha tenido el camposanto este 1 de noviembre, hay melillenses que tienen la costumbre de hacerlo todas las semanas. Es el caso de Toñi, que no falta un domingo. "Venimos todos los domingos, pero ahora es cuando hay más gente. Nosotras venimos los domingos y apenas hay nadie. Unos poquitos como nosotras", apuntó.
Los difuntos, en el recuerdo de sus familiares todos los días
Acordarse de los difuntos durante todos los días y no solo durante esta festividad es lo que destaca la mayoría de personas con las que ha hablado El Faro.
Mariló y José, una pareja de melillenses, reconocían que muchos solo se acuerdan de visitar el cementerio durante el Día de Todos los Santos por ser una festividad con mucho arraigo en nuestra cultura, pero asumían que debería hacerse con más regularidad.
"Lo peor es que nos acordamos de venir solo en este día, pero en nuestro corazón el que se ha ido siempre está presente aunque vengamos a ponerle las flores este día porque se supone que es una fiesta en la que recordamos a nuestros seres queridos que ya no están", remarcó Mariló.
Por su parte, José hizo hincapié en el buen estado en el que se encontraba el cementerio. Para él estaba muy "limpio" y "adecentado".
En este sentido, Marina, encuestada por este diario, fue un poco más allá y afirmó que La Purísima es uno de los cementerios más bonitos de toda España. "Una preciosidad", dijo. Ella, al igual que otros melillenses, incidió en la importancia de acordarse de los difuntos todos los días y explicó que suele rezar un rosario por sus familiares fallecidos todos los días.
El estado del cementerio es uno de los temas que han estado en boca de aquellos que han visitado hoy por primera vez el camposanto desde el año pasado. Muchas conversaciones de familias o conocidos que se han encontrado hoy en La Purísima estaban centradas en destacar ciertos desperfectos con los que cuenta el cementerio. Aún así, otros aseguraban estar satisfechos con la situación que presenta el cementerio e incluso incidían en el buen aspecto que presentaba.
Una melillense con una opinión negativa es Antonia, que se quejaba de que en la parte más nueva de este cementerio se habían estropeado unas losas contiguas a la tumba de sus familiares que llevaban tiempo sin arreglar, según destacó. "No está nada arreglado, aunque en comparación con otros cementerios lo mismo está mejor porque aquí las personas estamos muy pendientes", añadió.
En el lado positivo, María Dolores reseña el ascensor que se ha instalado en una de las zonas más nuevas y que ha sido sustituido por la rampa que había anteriormente. "Me ha parecido muy bien el ascensor que han puesto en el patio en la galería nueva. Es algo muy positivo", reconoció.
Y pensar que llaman Tierra Santa al lugar donde se están asesinando impunemente a miles de niños...