Su secretario general, José Ramón López, se reunió ayer con Claret e Imbroda para demandar mejoras en el Centro Penitenciario local y pedir la dimisión de su director.
El secretario general de Acaip, José Ramón López, volvió a poner de relieve en la jornada de ayer las deficiencias que presenta el Centro Penitenciario de Melilla, pues pasó la jornada en la Ciudad Autónoma para examinar sus instalaciones, entrevistarse con los integrantes del sindicato y exponer sus planteamientos a los máximos dirigentes de ambas administraciones, Antonio María Claret por parte de la central y Juan José Imbroda de la autonómica, con quienes mantuvo encuentros por separado.
Al término de su reunión con el presidente del Gobierno local, López detalló en palabras a los medios de comunicación locales que la principal demanda del sindicato es el cese del director del Centro Penitenciario, Emilio Navas, una medida que llevan pidiendo algunos funcionarios desde hace varios meses.
Ahondando en dicha cuestión, matizó que varios empleados públicos han protestado ante el “favoritismo” que el director presta a un reducido grupo de trabajadores, en el sentido de que “salen beneficiados en horarios de trabajo, condiciones y posibilidades de promoción”.
Al hilo de estas palabras, aseguró que los funcionarios que reciben esta serie de privilegios son los que pertenecen a la Unión General de Trabajadores (UGT).
“En el módulo de respeto, que es uno de los más tranquilos del centro, hay 20 empleados, de los cuales el 90 por ciento son afiliados de la UGT”, afirmó como prueba de sus acusaciones.
Además, remarcó que esta situación está creando tensiones a nivel personal entre la plantilla de trabajadores, lo cual afecta a su labor. “Por desgracia, en este país no dimite nadie”, apostilló.
No obstante, no fue la única cuestión que planteó el sindicato a Imbroda y Claret, pues también se pidió mayor apoyo institucional a los funcionarios de prisiones. En este sentido, López recordó que el año pasado, con el fallecimiento de dos personas de origen melillense en centros penitenciarios de la península, los funcionarios recibieron fuertes críticas por parte de diversas asociaciones humanitarias, tachándoles incluso de asesinos, y que echó en falta una mayor defensa institucional.
Por último, se habló de la posibilidad de crear un nuevo Centro Penitenciario en Melilla, ya que el actual viene arrastrando un buen número de deficiencias desde hace tiempo, como unas instalaciones desfasadas y un número de plazas para internos que cada día parece más limitado.
Así, López destacó que el borrador del nuevo inmueble ya está redactado, aunque desde el sindicato son conscientes de que la actual situación económica que atraviesa España hace difícil que el proyecto pueda ejecutarse a corto plazo.
No le restó más que añadir al líder de Acaip, quien finalizó su intervención apuntando que han presentado sus quejas y protestas por escrito a ambas administraciones, al tiempo que pidió a la Delegación del Gobierno que interceda ante Instituciones Penitenciarias para mejorar la situación.