Llega octubre, llega el otoño y llega una nueva entrega del calendario 'Tiempo de mujeres, mujeres en el tiempo' del sindicato de enseñanza SATE-STEs, que este mes va dedicado a mujeres artistas visuales, instalaciones, haciendo resaltar la labor de cuatro de ellas.
La primera es Ana Llorens Bagur (Ciutadella de Menorca, Baleares, 1986). A través de sus conocimientos en arte y creación contemporánea, le interesan todas las propuestas artísticas a nivel nacional e internacional para colaborar y participar con sus proyectos.
Generalmente sus proyectos se componen de instalaciones con varios objetos, vídeos y performances. El contenido es variable, desde reflexiones personales sobre estados vivenciales a propuestas que tratan de poner en evidencia situaciones críticas en torno a la política, lo social o la cultura contemporánea.
Se identifica con el artista emergente formado en la grítica generación perdida española de principios del siglo XXI con un bagaje cultural y existencial amplio gracias a la globalización y a la inclusión de España en la comunidad europea de principios de siglo.
Después va Mona Hatoum (Beirut, 1952), que es una artista multidisciplinar libanesa. En su trabajo ha realizado esculturas, instalaciones, video instalaciones, acciones, etc. Actualmente vive y trabaja en Londres.
Nació en 1952 en el seno de una familia palestina originaria de la ciudad de Haifa. Estudiará en el Beirut University College, de Beirut durante los años 1970-1972. En 1975 realiza una extensiva visita a Londres, durante la cual estalla la guerra civil libanesa; esta situación le impedirá regresar a su país, viéndose obligada a iniciar una nueva vida en la capital británica, pasará a la Slade School of Art, donde estudiará con Stuart Brisley, una de sus primeras influencias.
A comienzos de los años 80, es cuando empieza a realizar performances y vídeo. Tras un primer tiempo de experimentación formal en el que establece la que sería una relación duradera con el minimalismo, su paso por la Slade la politiza llevándola un terreno más conceptual en el que primará su preocupación por el funcionamiento de las estructuras de poder. Es en este contexto en el que lleva a cabo la mayoría de sus performances cargadas a menudo de un denso contenido político. En un segundo momento, pero también dentro de esta primera etapa en la que su trabajo aparece fuertemente marcado por acciones temporales, comienza con la elaboración de vídeos, entre los que nos encontramos con obras tan significativas como Measures of Distance (1988), que trata temas como la representación de estereotipos femeninos o las relaciones materno-filiales, dentro, eso sí, de un encuadre marcado por el sentimiento de pérdida y desorientación que trae consigo el exilio y la comunicación en el desplazamiento.
Y por último, Helena Cabello (París, Francia 1963) y Ana Carceller (Madrid, España 1964), que trabajan conjuntamente desde 1992. Formadas en Bellas Artes en Madrid, ciudad donde trabajan y viven, actualmente son profesoras de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca. Su trabajo utiliza la instalación, la performance, el vídeo, la escritura y el dibujo para cuestionar los modos hegemónicos de representación en las prácticas visuales y ofrecer alternativas críticas. La construcción social de la identidad y las políticas sexuales y de género se hallan entre sus temas de interés. A través de proyectos colaborativos, incorporan voces minorizadas que muestran las paradojas del sistema de producción liberal y el régimen de vida que este promueve. La idea de relato y narración, el lenguaje, el pensamiento y la arquitectura se ponen al servicio de la denuncia social.
Finalmente, el sindicato recuerda los días más destacados de este mes de octubre. Y son el 11 como Día Internacional de las Niñas y el 15 en que se conmemora el Día Mundial de la Mujer Rural.