El conjunto residencial de ‘Las Caracolas’ en el interior del barrio Hardu persisten viviendo centenares de familias en un espacio de menos de 1000 metros cuadrados con alrededor de cincuenta viviendas prefabricadas de color anaranjado que consisten en dos habitaciones, un baño y un salón a la cercanía de la frontera del barrio Chino con Marruecos y apartadas del ritmo frenético de la ciudad de Melilla.
Sus vecinos, con pocos recursos económicos denuncian la necesidad de la ayuda económica y de oportunidades laborales para las familias que están viviendo en esta zona de la ciudad de Melilla y no tienen empleo.
El Faro se acercó hasta las inmediaciones de este lugar para conocer la situación en la que conviven los vecinos del barrio de Las Caracolas y cuáles son los puntos positivos que destacan del mismo.
Aunque a la vista de este medio no parecía haber mucha vida, una vecina que quiso hablar y explicar la situación del barrio explicó que “la vida en este barrio es más de noche porque los padres sacan a jugar a la calle a los más pequeños” de este conjunto residencial.
En 2018, la Ciudad bajo el mandato del Ejecutivo del Partido Popular (PP) se destinó 65.000 euros para la actuación y construcción del parque infantil, el cual pasó a llamarse “Parque Infantil Las Caracolas”.
La única vida que da a este barrio es el parque infantil, que se ha quedado pequeño a los pies de los más jóvenes de la zona que “piden un parque más grande y para más mayores”.
Sin embargo, esta vecina que no quiso dar su nombre también destacó puntos claves en el lugar donde vive.
“Hay mucha limpieza para lo pequeño que es, y también tranquilidad a la luz del día, luego a la noche todo cambia”, explica.
El vecindario de Las Caracolas se ha ido transformando con el paso de los años. Actualmente, la mayoría de las familias que habitan en las casas prefabricadas son de origen bereber, y muchos de ellos exigen mayor atención a su barrio, donde la tasa de desempleo prolifera en sus calles.
El acceso del barrio es escueto ya que apenas hay cincuenta casas matas prefabricadas en menos de 1.000 metros cuadrados.
Actualmente, se está llevando a cabo mejoras de las infraestructuras terrestres para el acondicionamiento del agua y mejoras en las cañerías de las casas que se está realizando en diferentes puntos de la ciudad. “Aquí estamos acometiendo nuevas tuberías a los pasos de agua por las mejoras que se están haciendo en varios barrios de la ciudad, y bueno aquí estamos nosotros en el barrio de Las Caracolas”, subrayó el trabajador de la obra en la zona.
En palabras de la vecina que quiso atender a este medio, explicó que otro de los puntos positivos del lugar es la limpieza y la poca contaminación que existe en las inmediaciones, a pesar de que el descampado que hay junto al barrio carece de su mantenimiento prolongado.
“Este barrio ha cambiado bastante. Además, la limpieza la mantienen limpia y lo cuidan porque no está tan contaminado como otros sitios de la ciudad”, recalca la vecina. La seguridad del barrio dejan mucho que desear según cuenta a El Faro la vecina. Durante las noches, denuncia que es difícil descansar por culpa de los vecinos. “Aquí la policía no viene nunca, pido más presencia policial porque no podemos descansar por las noches. Hay personas con problemas de salud y se hace complicado por la zona en la que vivo descansar correctamente”, hizo hincapié.
Un parque más amplio
Aunque en 2018 se llevó a cabo la instalación de un parque infantil, los más pequeños han ido creciendo y el barrio se les ha quedado pequeño. Ahora, no pueden jugar como antiguamente y tienen que estar molestando a los vecinos para poder disfrutar. Por ello, esta vecina pide al nuevo Gobierno local la ampliación del parque para que “no molesten y jueguen tranquilos”.
Servicios públicos
Alejados de las zonas transitables de la ciudad, el barrio de Las Caracolas carece de los principales servicios públicos como el limitado espacio que tiene la COA por la ejecución de las obras que se están realizando alrededor de la zona. “Hasta hace poco, el servicio de la COA estaba funcionando bien. Sin embargo, con el tema obras no hay espacio para que el servicio de autobuses pase”, recalca la vecina.
Asimismo, pide la instalación de más comercios locales por la zona, así como farmacias para las personas que no tienen vehículo y dependen del transporte para su desplazamiento.
Quiso finalizar recalcando los constantes cortes de agua que se producen en la zona del barrio porque “aquí lo sufrimos muchísimo”. “Pedimos más atención al Gobierno, nos sentimos dejados”, concluye la vecina.
Más guetos en Melilla...por lo menos esta vez no son ilegales.
A quien se le ha ocurrido el titular ….” Conjunto residencial de las caracolas? Porque es un eufemismo de mal gusto.