El barrio de Las Palmeras está pegado a otros barrios periféricos de la ciudad autónoma de Melilla. Allí, donde la tasa de empleo es una de las más bajas de la ciudad, abunda la tranquilidad en las calles aunque los vecinos se sienten marginados por parte de las administraciones públicas porque no hay suficiente oferta de empleo para su inserción laboral.
El Faro estuvo presente en las inmediaciones de esta zona de Melilla para comprobar cómo es la vida en este barrio periférico y cómo se sienten los vecinos viviendo en él. Pegado a barrios como La Cañada o El Príncipe, las Palmeras han notado una mejoría en la limpieza de sus calles y los vecinos se sienten a gusto viviendo en esta zona, aunque no todos dicen lo mismo.
Farid tiene una tienda de bricolaje en la carretera que se dirige hacia La Cañada de Hidum.
Este ciudadano melillense afirma a este diario que la zona del barrio de Las Palmeras es un lugar tranquilo para vivir donde la convivencia entre los vecinos también ha mejorado considerablemente con el paso de los años.
“Yo tengo mi negocio aquí desde hace mucho tiempo y siento que el barrio ha mejorado muchísimo durante todo este tiempo. Es verdad que sigue habiendo conflictos entre algunos y otros por simples ajustes de cuentas, pero buenos y malos hay en todos los lugares del mundo”, explicó el gerente del negocio local del barrio.
Por otro lado, como es el caso de Ana que confesó que vive “muy bien en el barrio”.
“Salvo los problemas entre vecinos, por lo demás todo muy bien. Vivo muy tranquila, estamos muy cerca del centro, tenemos suficientes establecimientos, yo lo veo muy bien sinceramente”, declaró este vecina.
Su amiga María Cristina volvió a incidir en la necesidad de apoyar más al barrio, incluidos los medios de comunicación para hacerse más eco de la situación que viven muchos de los vecinos.
Mejorar la limpieza, la seguridad y dotar de planes de empleo al vecindario
El Faro se trasladó hasta el barrio de Las Palmeras para conocer qué es lo que más les gusta de la zona a los vecinos y qué le pedirían como mejoras al nuevo Gobierno de la ciudad de Melilla.
Paseando por la zona del barrio, Mohamed se paró a contestar a las preguntas de este medio.
Este joven considera que la vida del barrio es tranquila dependiendo del día y destaca que no hay contaminación. Además, cree que falta un poco de seguridad.
“Pues la vida aquí en el barrio tranquila y no depende del día, pero hay un poco de inseguridad. Es importante que el gobierno se centre en intensificar la seguridad y de que los servicios de emergencia puedan llegar a todas las calles de la zona del barrio de Las Palmeras”, reclamó el joven.
No obstante, también se mostró con la convicción, al ser preguntado por la suciedad del barrio, de que en la mayoría de la ciudad de Melilla falta mucho trabajo por delante para mejorar la limpieza de las calles.
De la misma manera, quiso hacer hincapié en los comercios, ya que siente que hasta que no se solucione el problema de la seguridad en el barrio no se pueden implantar más negocios locales.
“Es muy mala, muy mala, pero en general, no solo de aquí porque te vas a cualquier parte en Melilla, y menos el centro y la zona del paseo, que también hay un poco de suciedad . Es que esto está sucio porque la gestión de residuos y tal es muy mala. Tú te vas a ciudades como Málaga y tienen de todo, o sea, en ese sentido puntos limpios portátiles y aquí el punto limpio que instalaron terminó desapareciendo. Con respecto al comercio diría que no es el mejor momento hasta que no se intensifique con la seguridad y la accesibilidad”, subrayó Mohamed.
En la esquina cercana al parque del barrio de las Palmeras estaba Tufi, un ciudadano malagueño que recientemente salió de la cárcel de Melilla y viene a visitar a su madre enferma.
Llevaba muchos años viviendo en este barrio cuando no estaba preso y afirma que el barrio está cada vez peor porque hay muchos ajustes de cuenta entre los vecinos de la zona.
Para él, personalmente, pide una oportunidad laboral, un plan de empleo que le permita mejorar su economía para darle una mejor vida a sus hijos.
Enfadado, no paró de recalcar esta petición porque ya está “cansado” de la falta de oportunidades laborales que no hay para los vecinos del barrio de Las Palmeras.
Asimismo, afirma que los vecinos del barrio “han sido muy golfos”, incluido él, pero que ahora son mayores y quieren mostrar que también hay un talento innato dentro de ellos.
“Necesito ayuda por parte del Gobierno y que me ofrezcan trabajo tanto a mí como al resto de vecinos del barrio que no tienen ni para llevarse un poco de comida a la boca ni para comprar agua y están sufriendo. Tengo dos hijos y sólo quiero un poquito de ayuda . He estado desde los 18 años en la cárcel y no me siento orgulloso, por eso quiero demostrar que valgo”, finalizó.
Si ha salido de la cárcel debe estar cobrando el subsidio que se le da a las personas en su circunstancias
Si no lo cobra que lo reclame
Si ha estado desde 18 años entrando y saliendo de prisión lo que no es normal que no ha hecho nada de formación en el Centro Penitenciario
Recibir formación es voluntario y si el penado no quiere no se le puede obligar
Si plantas patatas no puedes recoger rosas