Las autoridades marroquíes abortaron un intento de asalto en las vallas de las dos ciudades norteafricanas españolas de Ceuta y Melilla en los primeros cinco meses de 2023, frente a los 16 abortados en todo el año de 2022.
Según los datos ofrecidos este sábado por el Ministerio de Interior marroquí, en los últimos cinco años las fuerzas de seguridad de Marruecos frustraron un centenar de intentos de cruce que implicaron a en torno 17.500 emigrantes.
En términos globales, las autoridades marroquíes impidieron 70.781 intentos de emigración irregular y en los primeros cinco meses de 2023 fueron 25.519. Según los datos de Interior, en los últimos cinco años se abortaron 366.000 intentos de llegar a España desde diferentes rutas por mar y tierra.
Respecto a los emigrantes socorridos en el mar, Interior afirma que en 2022 fueron 12.478 y hasta finales de mayo de 2023, un total de 3.150. En los últimos cinco años, los emigrantes rescatados de las aguas del Mediterráneo y el Atlántico se elevan a 90.000.
El Ministerio del Interior indica que en 2022 Marruecos desmanteló 290 redes criminales de tráfico de emigrantes, una cifra que alcanzó las 117 operaciones en los primeros cinco meses de este año y que se elevó a 1.500 en los últimos cinco años.
Precisamente en estos días se conmemora el primer aniversario del último gran salto que acabó con la tragedia de contarse más de una veintena de muertos, unas muertes que no han sido suficientemente explicadas a juzgar por la posición expresada por las Ongs, muchos de cuyos representantes acudieron el pasado sábado a la ciudad para partcipar en acciones de recuerdo y de reivindicación.
Además de una mesa redonda en los bajos del edificio de los sindicatos, estos activistas participaron también por la tarde en una marcha por la ciudad que desembocó justo en la zona de la valla donde perecieron aquellos migrantes, en su mayoría jóvenes sudaneses que huían de la guerra en su país.
Pero porque no se manifiestan en Marrueco, que es donde se produjo la tragedia