El consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, ha afirmado este martes que se ha producido ya el último paro técnico de la desaladora antes de la puesta en funcionamiento del cuarto módulo, en el que actualmente trabaja la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Este paro técnico estaba previsto para varios días atrás, si bien el reventón de una tubería, que afortunadamente no pilló a ninguno de los trabajadores (“podía haberlos matado”, dijo) hizo que se tuviera que posponer hasta este martes.
Mohatar manifestó que habla por boca de la CHG porque es este organismo público el responsable de las obras que, según comentó, finalizarán muy próximamente porque el cuarto módulo está prácticamente terminado y a la espera solo de su ensamblaje. “Es el último corte técnico de agua. Si se produce alguno en el futuro será mucho más corto y será por problemas no previstos”, aseguró.
Recientemente, el consejero cepemista anunció que en dos semanas el tema de los cortes de agua serían cosa del pasado. Sin embargo, se han vuelto a producir. Preguntado acerca de si pudiera haber alguna maniobra política detrás (la CHG es del PSOE), Mohatar consideró que no. “No lo creo porque el problema, por lo que dice la Confederación, es que las instalaciones son muy antiguas, tienen 17 años y ha estado falta de mantenimiento. Además, está el hándicap de que no puede parar por las obras porque Melilla se queda sin agua. Espero que en unos días ya no haya más problemas de cortes”.
Los trabajadores de la desaladora, sin embargo, afirman que el cuarto módulo ya está terminado. “Yo hablo con la Confederación y la empresa responsable y digo lo que me dicen porque si no, tendríamos un problema importante. Se está terminando el cuarto módulo para ensamblaje y es la última parada técnica porque está a punto de terminar”.
El problema es que no existen alternativas que suplan la aportación de agua que realiza la planta desaladora para el consumo de los melillenses. De hecho, el pantano de las adelfas apenas si tiene un 18% de agua “y se usa cuando se puede”, según el consejero. Sin apenas lluvias en Melilla y con la captación del Río de Oro cegada por una organización ecologista local, el pantano carece de reservas suficientes para abastecer la ciudad.
La Consejería de Medio Ambiente sigue buscando pozos que permitan llenar el pantano. “Necesitamos hacer acopio de agua para inyectar en el pantano porque ahora solo se nutre de agua de lluvia”. Otra de las características de Melilla es que tiene un “consumo muy alto” lo cual “impide ahorrar agua”. “Por eso cortamos a las doce y media de la noche para que a las seis de la mañana los depósitos tengan agua suficiente”.
La parada técnica que provoca este último corte de agua está motivada por la instalación de un nuevo cuadro eléctrico, al parecer el elemento que falta para dar por terminado el cuarto módulo antes de su ensamblaje con el resto de la planta.
“Tenemos reservas suficientes para dos o tres días. Por eso hay que restringir el suministro, porque confiamos en que estará listo para mañana o pasado”, concluyó.