El presidente de Somos Melilla, Amín Azmani, presentó la tarde de este lunes una denuncia en el juzgado contra José Ouviña, exmiembro de Podemos, por haber afirmado que el partido “se financia con el narcotráfico”. Azmani adjuntó al escrito de denuncia las capturas de todos los tuits y videos que el citado Ouviña ha ido difundiendo contra la nueva organización política local.
“Ha insinuado que el narcotráfico financia Somos Melilla, ha afirmado y reiterado constantemente que estoy enchufado en la bolsa del Ingesa, afirma que soy jefe de admisión en el hospital y es totalmente falso porque he accedido mediante bolsa aportando mérito y capacidad para un puesto temporal”, explicó Azmani.
Ouviña, según el líder de Somos Melilla, también ha difundido públicamente que el partido se nutre de fondos aportados por un conocido empresario de medios de comunicación de la ciudad, así como del PP y de CpM. “Este señor se ha plantado en la puerta de nuestra sede para hacer un vídeo y ha utilizado imágenes mías en mi puesto de trabajo para lanzar acusaciones”.
“Yo le llamé y hablé personalmente con él. Le dije que no entiendo a qué vienen esos ataques, que no se sustentan en la verdad, y se puso muy alterado, me insultó”, comentó Azmani para añadir que, a la vista de que no ha parado en sus acusaciones, “opté por presentar la denuncia”. “Solicito a la Justicia que ponga a ese señor en su sitio, que demuestre todas y cada una de las acusaciones que ha vertido públicamente contra mí y contra el partido porque las ha difundido masivamente por whatsapp y otros medios”.
Amenazas
Amín Azmani señaló, por otro lado, que personas de Somos Melilla han recibido amenazas por apoyar al partido. Según dijo, fueron “activistas” de un partido político los que amenazaron a estas personas en su entorno laboral por haber manifestado su apoyo a la organización. “Parece ser que esas actitudes cuesta erradicarlas. Es gente que tiene miedo a Somos Melilla o no entienden lo que es la libertad de elección política”.
El máximo dirigente de Somos Melilla calificó de “penoso” este asunto y considera que es “el último recurso de los que han perdido la credibilidad y le faltan argumentos para convencer”. “Es lo que les está pasando después de 25 años en el poder: que el discurso del miedo y de la utilización de la fe ya nadie se lo cree”.