Los padres de Emin y Pisly han mostrado este lunes su decepción por la respuesta que el Gobierno de España ha dado al senador de Compromís Carles Mulet, que se interesó por las gestiones que ha hecho el Ejecutivo central para esclarecer el asesinato de los dos jóvenes melillenses en 2013, cuando navegaban por aguas cercanas a Melilla.
En su respuesta, el Gobierno ha contestado que el Ministerio de Exteriores sigue con interés y preocupación el caso de los dos jóvenes melillenses asesinados, pero no aporta más detalles sobre las gestiones que ha hecho al respecto.
Hay que admitir que llevan razón los padres de Emin y Pisly al sentirse decepcionados porque han pasado nueve años y cuatro meses del brutal asesinato que conmocionó Melilla y que, a la larga se ha demostrado que fue el detonante que hizo saltar por los aires la buena sintonía que hasta entonces existía entre Marruecos y España. A partir de ahí, todo fue a peor, hasta terminar en 2018 con el cierre unilateral de la aduana de Beni Enzar, que casi cinco años después no hemos podido restablecer con todo el perjuicio económico que eso ha significado para esta ciudad.
No se le puede pedir a unos padres que por el bien de las relaciones bilaterales entre los dos países, olviden que les mataron a sus hijos en Punta Negri, sobre todo, porque tanto el padre de Emin como el de Pisly han dicho públicamente que no responsabilizan de lo ocurrido a Marruecos, como Estado, sino a los miembros de la Marina Real Marroquí que dispararon y mataron a los dos jóvenes melillenses. Son esos agentes y no Rabat quien debe asumir las consecuencias.
Por respeto a la vida de dos españoles, los responsables deben rendir cuentas ante la justicia y si Marruecos da ese paso, sería entendido por los españoles de bien como una gesto importantísimo que representaría un antes y un después en las relaciones entre dos países vecinos, amigos, socios comerciales y estratégicos.
Este tema de Emin y Pisly se ha dilatado mucho en el tiempo y ya va siendo hora de que Marruecos y España busquen una vía para cerrar el caso.