Ya ha comenzado el derribo del popular hotel Asia, al final de la calle General Margallo, junto a la plaza Martínez Campos, y que fue declarado ruinoso por la Comisión de Patrimonio de la Ciudad Autónoma.
Según explica Carlos Esquemberri en su blog ‘Al sur de Alborán’, que recoge la página web de la Fundación Melilla ‘Ciudad Monumental’, este edificio albergó a primeros del siglo XX al restaurante y hotel Asia, uno de los primeros en abrirse en Melilla y uno de los más lujosos y sofisticados de su época, “ya que se hablaba francés y estaba especializado en cocina de ese país”.
El hotel Asia fue fundado por José Torres, nacido en la Seu de Urgell, que vino a Melilla desde Argel, donde estaba emigrado, con motivo de la Guerra de Margallo (1893-1894). Según Francisco Saro Gandarillas, en su blog Estampas melillenses, “en el edificio se ve muy claramente la mano del contratista Francisco Orozco, que por entonces monopolizaba la construcción contratada en Melilla”.
Torres se estableció en principio como cantinero del regimiento de Infantería de Asia, donde había hecho el servicio militar. Tras el fin de la guerra, decidió establecerse en la ciudad construyendo un local en el barrio del Polígono, único barrio extramuros de Melilla, que dio lugar años después al hotel y restaurante Asia.
El local se convirtió en uno de los centros de reunión de la incipiente sociedad civil melillense que estaba germinando en aquellos años. Entre febrero y marzo de 1903 se fundó en sus salones el casino del Polígono, una de las primeros asociaciones de Melilla.
También era lugar de banquetes y comidas de celebraciones. La publicidad del establecimiento llamaba la atención sobre sus buenas cualidades, entre las que destacaban, por un lado, las hermosas vistas sobre el mar de que disfrutaba. El precio oscilaba entre las 2,5 y las 5 pesetas por noche.
Con la muerte de Torres, su viuda se hizo cargo del hotel, aunque a finales de 1905 fue traspasado a unos empresarios barceloneses, Antonio Rovira y José Calaf, quienes le cambiaron el nombre por el de hotel Colón. El 6 de enero de 1906 celebraron la inauguración de la nueva era.
“Con el paso del tiempo, el hotel fue decayendo junto con el barrio del Polígono, ya que el corazón de la ciudad se trasladó al actual centro urbano hasta llegar a la absoluta decadencia actual. Triste final para un barrio que fue el origen de la Melilla extramuros”, prosigue su relato Esquemberri.
Sin embargo, allí se alojaron, entre otros, a principios de siglo, Antonio García Pérez, escritor que ha legado algunas obras de tema militar y africanista; el famoso Gabriel Delbrel, el aventurero autonombrado jefe de Estado Mayor del Roghi Bu Hamara, que se ocultó de este personaje alojándose en el hotel cuando cayó en desgracia con su protector; también el que fue médico y periodista, el famoso Ruiz Albéniz, padre del fallecido Ruiz Gallardón, alojado aquél en el hotel Colón al llegar a Melilla para hacerse cargo del consultorio de la Compañía Española de Minas del Rif, y que se llamaba “ casa de huéspedes “, mejor que hotel, al establecimiento.
También en el hotel Colón se alojó el célebre escritor de temas africanos Gonzalo de Reparaz, a quien no gustó nada de nada el alojamiento, “antiguo y desvencijado “ según él , por su poca limpieza. “Fondak español”, le llamaba.
Comparto plenamente lo que dice, si bien es cierto que este edificio, si puedo esta tarde me acerco, está en la zona de Margallo, y el edificio blanco que se ve detrás de la demolición es el de la EOI y el Conservatorio reabierto hace un par de cursos en este edificio, que albergaba un mercado.
La situación de esa zona de Melilla es cercana a una segundo mundo, camino del tercero ya que ni se ha mirado para ella en décadas.
Además, los actuales gestores, gestoras y gestoris, buscan más el acomodo de los cargos políticos de la Ciudad ya que no trabajan precisamente cuando desarrollaban sus vidas profesionales.
La ciudad está en una situación de auténtica catalepsia. Sobre la "Autonomía" y falta mucha Ciudadanía, debería gobernarse todo desde Andalucía.
Ojalá vuelva algún día la prosperidad cultural, educativa y económica para la Ciudad en lugar de los "Chiringuitos".
Cuantas historias tan interesantes de nuestra ciudad, y las mayorías las desconocemos, que pena, no llevar a cabo por parte de la autoridad competente, editar poco a poco dichas historias, por muy cortas que sean, pero que no dejan de ser un patrimonio histórico, aunque sepamos de las grandes efemérides, ... las pequeñas, también enriquecen nuestro patrimonio.
Y en éste caso, porqué no coge éste testigo EL FARO,con su equipo de investigación y su buen hacer, y llevar a cabo ésta tarea.
Muchos de los melillenses y más los que formamos parte de la diaspora, seria como llenar nuestra nostalgia y mantener vivo el amor por nuestra tierra, y ya que algunos no dejamos deproclamar nuestra identidad de Melillense y Español, en cada ocasión y foros, incluyendo a nuestros hijo y nietos,..., y de ese modo, se lo enseñariamos impresos o digital, las otras historias que conforman también nuestra historia.
Ante ésta sugerencia, veremos quién coge dicho testigo, y diríamos a voz en cuello, " QUE MELILLA EXISTE"
Leyendo este artículo me quedo asombrado de que fuera del recinto de la población amurallada de Melilla, de hace 120 años destacara éste gran monumento frente a lo que ahora están las carnicerías Halal de la calle Margallo, y en las se hospedaban grandes personalidades del momento y en el que había hasta un casino en sus salones. Y lo más sorprendente es que se disfrutaba de unas hermosas vistas sobre el mar. Imposible comparar esa estampa 120 años atrás con lo que hay ahora en ese mismo barrio.
Comparto plenamente lo que dice, si bien es cierto que este edificio, si puedo esta tarde me acerco, está en la zona de Margallo, y el edificio blanco que se ve detrás de la demolición es el de la EOI y el Conservatorio reabierto hace un par de cursos en este edificio, que albergaba un mercado.
La situación de esa zona de Melilla es cercana a una segundo mundo, camino del tercero ya que ni se ha mirado para ella en décadas.
Además, los actuales gestores, gestoras y gestoris, buscan más el acomodo de los cargos políticos de la Ciudad ya que no trabajan precisamente cuando desarrollaban sus vidas profesionales.
La ciudad está en una situación de auténtica catalepsia. Sobre la "Autonomía" y falta mucha Ciudadanía, debería gobernarse todo desde Andalucía.
Ojalá vuelva algún día la prosperidad cultural, educativa y económica para la Ciudad en lugar de los "Chiringuitos".