Hoy se cierran los Carnavales 2011, con el tradicional entierro de la Sardina tras el desfile de la cabalgata donde miles de melillenses participan para decir adiós a esta fiesta que cada día es más autóctona y con menos similitudes a las de otros lares. Los melillenses, sobre todo lo más pequeños, ya demostraron en los concursos de disfraces que esto de la diversión es algo que está con ellos y ayer lo volvieron a demostrar con el gran espectáculo desarrollado en centros escolares, en el Parque Hernández o en el auditorio Carvajal.
Algunos mayores también utilizarán la jornada de hoy para disfrazarse de sus personajes favoritos, más queridos o simplemente más llamativos, para pasar un buen rato, sumarse a la fiesta masiva de Melilla, y de paso, por qué no, olvidarse, aunque sólo sea por unas horas, de ese otro carnaval que protagonizan los políticos un día sí y otro también y que tiene visos de acelerarse por momentos.
Quizá también hoy sea posible dejar de lado, durante unas horas, la crisis económica que día a día ha alcanzado un protagonismo agobiante para la mayoría de los ciudadanos.