Alrededor de 20 personas estaban viendo el partido en el bar La Flaca, en la Plaza de las Culturas. Estaban al 50 por ciento, más o menos, en cuanto al apoyo a Francia y Marruecos, aunque Luis, que lo veía complicado, deseaba que ganara el mejor.
Junto a Cristian, quien apoyaba “a los pequeños siempre”, quería que el Mundial lo gane Argentina, por Messi, y creía que lo tenía “más fácil” con Marruecos. Los dos estaban comiendo un plato de cus cus. Rafael, en cambio, no iba con nadie y sólo deseaba que ganara el mejor. Únicamente quería entretenerse.
A los cinco minutos, con el gol de Theo Hernández para Francia, uno de los camareros, Ilies -con muchas dificultades para pasar por los huecos para servir ante la aglomeración de gente- aún creía que Marruecos podía levantar el partido y llegar a los penaltis.
En otra mesa, mientras tanto, el único francés del bar, Jeremy, acompañado por madrieños, canarios y malagueños, gritó el gol francés mientras que sus acompañantes se decantaban por el que ganara, “porque hay que celebrarlo”, dijo uno de ellos.
Sin saber por qué, Francisco apoyaba a Marruecos mientras se tomaba un plato de jamón, pero no tenía muchas esperanzas de que fuera a remontar el partido.
Por momentos, no obstante, los parroquianos tampoco parecían poner mucha atención al partido. Un señor que vendía almendras sirve un par de platos mientras a Rafael le llevaban una croqueta.
Eran seis mesas en la terraza más algunos otras más alejadas donde los comensales que miraban el partido de reojo. Entre tanto, sirvieron más croquetas, ahora en la mesa del francés y sus compañeros.
Antes del descanso, comenzó a llover, a ratos con relativa fuerza. Dentro, tres personas provenientes de Ceuta -todos los cuales tenían camisetas marroquíes- seguían apoyando a Marruecos. “Son los nuestros”, dijo Juan Miguel, con Manuel y José.
Por momentos, llovía a cántaros. Era el minuto 70 de partido ya y Maikel, otro camarero, sólo esperaba que ganara el mejor. Poco después de que Marruecos desperdiciara una ocasión y alguien gritara con cierta sorna “Morata, Morata”, Kolo anotó el segundo tanto francés. Era el momento de que Jeremy mostrara su confianza en su Selección: “Seguro que ganamos la final a Argentina”.