El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ha denunciado el "creciente uso y abuso" de la violencia policial en los rechazos en frontera que se practican en la valla de Melilla y el carácter lesivo de los obstáculos fronterizos y los medios de contención empleados para impedir la entrada de migrantes a España.
Lo hace en el "Informe Frontera Sur 2022: Donde habita el olvido", un estudio que publica cada dos años documentado con su trabajo de acompañamiento y defensa de los migrantes en tránsito en Melilla y que se ha presentado este lunes cuando están a punto de cumplirse seis meses del intento de salto de la valla en el que murieron al menos 23 personas el pasado 24 de junio.
Una tragedia resultante de una política de frontera "que está pensada para impedir a toda costa y cueste lo que cueste" la entrada de personas que quieren solicitar protección internacional, lo que se traduce en el "uso desproporcionado" de la fuerza por parte de las Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes, según ha alertado el responsable de la sección Frontera Sur del SJM, Josep Buades.
Para los autores del informe, es "preocupante" la criminalización que se hace de esas personas, como a su juicio ha hecho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en sus intervenciones en el Congreso para justificar este tipo de actuaciones, que requieren una investigación "pormenorizada" y medidas que prevengan futuras tragedias.
Los testimonios de las devoluciones en caliente recabados por el Servicio Jesuita a Migrantes hasta finales de 2020 insistían en "el buen trato" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante la detención y hasta ser entregados a las autoridades marroquíes. Sin embargo, desde 2021 los migrantes se quejan de la violencia de los agentes españoles.
El informe reprocha la "violencia pasiva" causada por la lesividad de los obstáculos fronterizos: las vallas están coronadas con peines invertidos que dificultan extremadamente la escalada y las que se alzan en suelo marroquí siguen "totalmente cubiertas de concertinas".
Todos los migrantes que han intentado saltar la valla dentro de grupos numerosos acusan las pedradas de los agentes marroquíes, "que la emprenden a bastonazos" con quienes atrapan, en tanto que el gas que usan las fuerzas de seguridad españolas aturde a quienes están escalando la valla, censura el SJM, que añade que quienes detienen los agentes españoles "también sufren porrazos".
Sobre la tragedia del pasado 24 de junio y la actuación policial "torpe y brutal", los jesuitas subrayan que el lugar por el que los migrantes intentaron forzar la verja funcionó como "una ratonera en la que los que entraban en estampida arrollaban a quienes permanecían atrapados" y que hubo lesionados al caerse desde lo alto de la valla, aturdidos por los gases.
"Muchos habían sido apedreados por las Fuerzas Auxiliares Militares marroquíes, que golpearon repetidamente a quienes habían quedado atrapados y no intervinieron con rapidez para evitar las muertes de quienes habían quedado malheridos por la combinación fatal de causas", describe el informe.
Para el SJM, las fuerzas de seguridad españolas "tenían la responsabilidad de evitar la tragedia" y acusa al Ministerio del Interior de "operar con la ficción de que el territorio español ubicado allende los obstáculos fronterizos se encuentra bajo la jurisdicción marroquí".
Asimismo, asume los deberes legales que ha recordado el Defensor del Pueblo para garantizar en frontera el derecho a la integridad física y moral, sin que nadie pueda ser sometido a malos tratos, tratos inhumanos o degradantes, y se impida cualquier práctica "abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
El informe, que señala que los saltos de la valla en 2021 y 2022 han disminuido notablemente debido al refuerzo de los peines invertidos y un segundo foso en zona marroquÍ y al hostigamiento de las fuerzas de seguridad vecinas, alerta de la imposibilidad práctica de acceder a las oficinas de asilo en las dependencias policiales de los puestos fronterizos y en la embajada y consulados en Marruecos.
Algo que contrasta con lo manifestado por Marlaska en su última comparecencia parlamentaria en la que tildó de "falso e irresponsable" asegurar que muchos de quienes saltaron la valla el 24 de junio lo hicieron ante la imposibilidad de pedir asilo de otra manera.
El SJM exige derogar la regulación de las devoluciones en caliente y "si no hay voluntad política para hacerlo", ha aseverado Buades, que se regule "con detalle el modo de proceder" de las fuerzas de seguridad para que no rechacen en frontera a personas en situación de vulnerabilidad.