Los comerciantes del centro de Melilla han conseguido arar en el desierto. Parecía imposible, pero han logrado reanimar la zona de O'Donnell y Chacel hasta el punto de que, pese a la inflación desbocada y las obras de peatonalización empiezan a abrir nuevos locales en el corazón de la ciudad: hasta tres en el último mes: dos joyerías y un establecimiento de delicatessen.
Poco a poco, los comerciantes del centro se han convertido en motores económicos de la ciudad. No es lo que vende cada uno por separado; son también los bares y restaurantes, muy animados este puente de la Inmaculada, pese a que la inestabilidad del tiempo no acompañaba a hacer vida en terrazas. Entre todos, más las luces de Navidad, el centro parece otro. Desangelado por las noches, pero hermoso. Quien no lo visita no sabe lo que se está perdiendo.
Los comerciantes del centro han apostado por organizar actividades infantiles y culturales para todos los públicos y al final han conseguido sacar a las familias a la calle y lo que antes estaba apagado a las ocho de la noche, ahora apura un poco y aguanta abierto un poco más. Ya se empiezan a ver tiendas abiertas hasta las 21.00 horas, algo normal en todas partes, menos en Melilla.
Iniciativas como la Feria Outlet de este sábado animan las ventas y atraen potenciales clientes al centro, pero sigue fallando la comunicación. La gente no se había enterado de que este fin de semana los comercios tenían previsto sacar sus ofertas a la calle.
Entre que nadie se enteró y que la lluvia mantuvo un tira y afloja toda la jornada, apenas si se llegaron a montar una decena de stands de zapatos, decoración navideña, ropa de caballero y artículos de regalo, fundamentalmente.
Pero se vio a la gente bolsa en mano, comprar en la Feria que si bien ha estado más apagada que otras anteriores, siempre funciona.
Lo dicho, el centro es otra cosa. Llevábamos años deseando verlo así. Pues bien, se ha conseguido.
Cuanta negatividad de algunos....
Que equivocado estas. Es por los regalos de estas fechas. Esto va ser la anécdota, no la norma. Hay que acabar con la autocomplacencia si queremos resolver algo.