Esta semana la consejera de Salud Pública y Políticas Sociales, Francisca Maeso aseguró antes los medios de comunicación que los casos de bronquiolitis han aumentado en estos últimos meses en la ciudad autónoma y pidió a la ciudadanía melillenses "protegerse para evitar la enfermedad".
Tras estas declaraciones de la consejera y el incremento exponencial de los casos de esta enfermedad a nivel nacional, El Faro decidido ha realizado una entrevista con diferentes profesionales del Hospital Comarcal y de Atención Primaria para saber de primera mano cuál es realmente la situación actual de la bronquiolitis en Melilla y han confirmado que "este año los casos de esta enfermedad en Melilla han superado los esperados por los sanitarios".
1. ¿Se están produciendo muchos casos de bronquiolitis en Melilla?
Todos los años, coincidiendo con la llegada de los meses fríos, se produce un incremento de las enfermedades respiratorias virales, entre ellas la bronquiolitis.
Actualmente sí podemos afirmar que el número de casos de infecciones respiratorias que se están produciendo está por encima de los esperados, en comparación con la misma fecha de otros años.
2. ¿Cómo es la comparación de casos con respecto al nivel nacional?
El Sistema de Vigilancia de la Infección respiratoria aguda facilita semanalmente la tasa (casos por 100.000 habitantes) de infecciones respiratorias agudas en todas las Comunidades Autónomas y Ceuta y Melilla. Los datos de esta ultima semana nos permite conocer que la tasa ha aumentado en todas las Comunidades Autónomas y ciudades autónomas.
El comienzo del brote anual de bronquiolitis se ha adelantado este año, empezando en la Península al final del verano. En Melilla la temporada de bronquiolitis solía comenzar más tarde, pero actualmente tenemos ya una gran incidencia de casos, al igual que ocurre en el resto de España. Además, en las últimas semanas, de acuerdo con los datos publicados por el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda, Melilla ha tenido la mayor tasa de incidencia de infecciones respiratorias del país. Cifra que es consecuencia de que la red de vigilancia centinela de infección respiratoria está funcionando de forma adecuada en Atención Primaria, dado que se ha incrementado el número de médicos centinela
3. ¿Por qué este año se han producido más casos que en años anteriores?
Hay varias razones que explican la situación: en los últimos dos años ha habido una mínima circulación de los virus que producen la bronquiolitis, motivada por la preponderancia del virus SARS-CoV-2 y por las medidas sanitarias que se pusieron en marcha durante la pandemia (distancia social, mascarillas, etc). Esto ha generado una ausencia de inmunidad frente a los virus respiratorios comunes en los niños de menor edad, creándose una gran bolsa de población susceptible de contraer la enfermedad cuando esos virus circulasen de nuevo.
Actualmente la infección por el SARS-Cov-2 está más controlada y prácticamente se han abandonado las medidas higiénico-sanitarias que todos conocemos bien. Por tanto, se han dado las condiciones para que, al reaparecer los virus “tradicionales”, estos se hayan expandido con rapidez y se produzcan muchos contagios.
4. ¿Por qué se ha producido un aumento tan grande de esta enfermedad en los más pequeños?
La bronquiolitis es una enfermedad que afecta únicamente a los menores de dos años, que es precisamente el grupo de edad que ha nacido después del inicio de la pandemia de covid.
Los argumentos expuestos en la respuesta anterior explican la situación que estamos viviendo. Hay que recordar que los virus que causan la bronquiolitis pueden infectar a personas de cualquier edad, pero la enfermedad que nos ocupa solamente aparece en los pequeños. Además, los casos más graves se dan con más frecuencia entre los menores de tres meses y en aquellos que tienen enfermedades crónicas, antecedentes de prematuridad u otros factores de riesgo.
5. ¿Cuál es la situación actual de los centros de salud y los hospitales en relación al número de pacientes que llega por esta enfermedad?
En las últimas semanas está habiendo un crecimiento exponencial de los casos de bronquiolitis; y de otras infecciones respiratorias agudas por lo que hay mayor frecuentación en las consultas de Pediatria de los centros de salud, en los servicios de urgencia hospitalaria y extrahospitalaria, y en el servicio de Pediatría del hospital.
6. Y por último, ¿qué recomendaciones le daría a la población para intentar prevenir o curar lo antes posible la bronquiolitis?.
Los virus que producen la bronquiolitis se transmiten en los aerosoles o gotitas que se generan al respirar, toser, estornudar… También podemos contagiarnos al tocar superficies u objetos contaminados y tocar posteriormente la boca, la nariz o los ojos del niño.
Las principales medidas para reducir la transmisión del virus son: lavarse las manos con frecuencia, usar pañuelos de papel desechables, intentar no llevar a los niños a la guardería mientras estén enfermos, evitar que adultos con infecciones respiratorias se acerquen al niño, evitar lugares muy concurridos, evitar el humo de tabaco. Además, es importante recordar que la lactancia materna protege frente a las infecciones.
Desafortunadamente aún no disponemos de vacunas frente al principal causante de la bronquiolitis, el virus respiratorio sincitial, aunque hay buenas perspectivas para un futuro próximo.
En cuanto al tratamiento, no disponemos de fármacos que eliminen los virus que provocan la bronquiolitis. En algunos casos nuestro médico podrá decidir prescribir algún tratamiento para mejorar los síntomas. Las principales medidas terapéuticas que podemos tomar en todos los casos son las siguientes: desobstruir la nariz para facilitar la entrada de aire mediante lavados nasales con suero fisiológico y aspiración de secreciones, antes de las tomas o cuando el bebé esté molesto; mantener una posición semiincorporada (+30°), al menos durante el sueño; frecuentemente habrá fatiga durante las tomas de alimento, por lo que habrá que fraccionarlas (menos cantidad y más a menudo); en caso de fiebre, administrar antitérmicos y evitar el abrigo excesivo; mantener un ambiente libre de tabaco.
Por último, vigilar posibles signos de empeoramiento, que obligarían a pedir atención sanitaria lo antes posible: dificultad para respirar (aumento de la frecuencia respiratoria o del trabajo respiratorio), irritabilidad o somnolencia, mal color, rechazo del alimento o vómitos.