La X edición de la Gran Recogida de Alimentos que lleva a cabo el Banco de Alimentos de Melilla comenzó este fin de semana. La ciudad se ha volcado de lleno con ella, según adelantó su presidente Pedro Paredes, por lo que podría alcanzarse la media prepandemia.
La Gran Recogida de este año se lleva a cabo bajo el lema 'Comer no debe ser un lujo' y la participación ha sido muy buena entre los melillenses durante estos primeros días. Algo que se ha podido comprobar en las redes sociales de la entidad, donde hay publicadas multitud de fotografías de sus voluntarios y donantes, y en las puertas de los supermercados este fin de semana.
Paredes afirma que “la participación ha sido buenísima”, sobre todo dada la situación que atraviesan muchas familias actualmente por la inflación en los productos alimenticios, “que llega a rondar el 20%”.
A pesar de ello se ha visto muchísima aceptación en ambas vías de donación. Los melillenses que querían realizar su donativo al Banco de Alimentos podían hacerlo a través de la física (método habitual) y mediante los tickets de caja.
Aunque el presidente de la entidad no quiere adelantar cifras para no arriesgarse, ayer mismo comenzaron a pesar todos los productos que se habían recogido durante este primer fin de semana.
Por el momento, Paredes apunta que la Gran Recogida está yendo bastante bien en comparación con los años anteriores y antes de la pandemia, en 2018 y 2019. Unos datos bastante favorables dada la situación actual que atraviesa la ciudad y el país con la crisis de suministros y la subida de precios.
Asimismo, se ha mostrado también muy contento por la implicación de la gente y la responsabilidad del voluntariado. Cerca de 300 personas han participado en la recogida y han estado repartidas entre 11 supermercados durante viernes y sábado.
“Han hecho un trabajo magnífico, se han implicado mucho y han echado hasta más horas de las que había que echar”, señala el presidente.
También se ha mostrado muy agradecido con todos los donantes. Entre los alimentos que más se han donado, Paredes señala legumbres, pasta y arroz. Aunque también ha llamado la atención que se ha donado mucho aceite y leche, a pesar de los precios que tienen.
Entre los donantes se ha comprobado que la gente está siendo muy sensible a las familias necesitadas que dependen de estos alimentos, muchas de ellas con bebés lactantes.
Por este motivo, “quizás sea un momento crucial de la historia cercana de Melilla”. Para la entidad local esta gran recogida es muy importante por la incertidumbre que hay de cara a este otoño e invierno.
Pero la implicación que ha habido estos primeros días genera muy buena expectación para la temporada que se avecina. “Creo que alcanzamos la media de antes de la pandemia”, apunta Paredes.
Para él estos datos supondría “un exitazo total” y que sería “fruto del trabajo en equipo y la solidaridad, una vez más, de Melilla” que ante los problemas que hay, “la gente continua involucrándose con sus vecinos”.
En los tiempos actuales el poder adquisitivo de muchas familias melillenses ha disminuido, por lo que es difícil ver los carros llenos que antes se donaban. Sin embargo, durante este fin de semana se han visto algunos y, según Pedro Paredes, ha sorprendido la cantidad, pero “no tanta asiduidad como otros años”.
Desde que se hicieron las últimas campañas de recogida este verano, Paredes afirma que no ha entrado casi nada de alimentos al banco. La recuperación de referentes industriales ha disminuido bastante porque las empresas han ajustado más su producción.
Y, aunque las donaciones han caído, las familias que dependen de la entidad se mantienen e incluso cambia el perfil. Ahora se acercan familias con recursos que no llegan a final de mes. Por lo que durante estos meses continuaba la misma demanda, pero no llegaban alimentos excepto los del resto de bancos.
Por este motivo, la Gran Recogida es “crucial”. La intención del Banco de Alimentos es hacer un nuevo reparto para final de año, donde se van a repartir incluso embutidos, para que muchas familias puedan celebrar la navidad como es debido gracias a las donaciones monetarias.
Paredes señala que, una vez que pasen las fechas navideñas, la entidad tendrá que aguantar los meses de enero, febrero y marzo con estas reservas hasta que tenga lugar la próxima recogida en primavera.
Para ello será muy importante la coordinación mes a mes con la Administración y los distintos centros educativos, para llegar a primavera sin errores. Esta coordinación y trabajo en equipo fue algo que la pandemia les enseñó, por lo que tienen que ser “muy eficientes” con los alimentos que lleguen al banco.
La X edición de la Gran Recogida de Alimentos comenzó el pasado 25 de noviembre y durará hasta el próximo 6 de diciembre. Para la recogida de este año hay supermercados que han creado una "tarjeta sociedad" para cada familia demandante, en la cual se acumulará un presupuesto de entre 50 y 200 euros para que puedan comprar "solo alimentos de primera necesidad".