La Asamblea celebró a primeras horas de esta mañana una de las sesiones de control al Gobierno más broncas de los últimos tiempos con acusaciones cruzadas de borracheras como argumento de la discusión. Tan es así que el presidente de la ciudad, Eduardo de Castro, anunció su intención de llevar al portavoz popular Miguel Marín a los tribunales para que demuestre que él ofreció una rueda de prensa bajo los efectos del alcohol.
Todo sucedió a raíz de la interpelación del PP con respecto a las peleas permanentes entre los dos grandes socios de Gobierno (PSOE y CpM) y la inacción del presidente a la hora de atajar unas circunstancias que, según los populares, perjudican al interés general de Melilla. Fue entonces cuando Eduardo de Castro, tras acusar al grupo mayoritario de la Asamblea de “tirarse al barro” a la hora de hacer política, les reprochó que quisieran dar lecciones a los demás cuando “tienen en sus filas” a una diputada que, según dijo, está sentenciada por conducir tras haber ingerido alcohol.
No contento con ello, también dijo que el presidente regional del PP, Juan José Imbroda, “hay veces que no puede llegar ni al coche” insinuando que se encontraba bajo los influjos de bebidas alcohólicas. Y, en ese sentido, echó en falta que no se hayan producido ni dimisiones ni ceses.
La respuesta del PP no se hizo esperar. El portavoz, Miguel Marín, acusó directamente a De Castro de haber ofrecido “una rueda de prensa estando borracho como una cuba” y “así lo vieron todos”. El revuelo posterior fue importante cuando el presidente anunciaba a gritos que llevaría el tema a los tribunales para que Marín demuestre sus afirmaciones y la moderadora de la sesión, la vicepresidenta primera de la Asamblea, Dunia Almansouri, pedía al representante popular que retirara sus palabras porque no eran “los términos adecuados” para un Pleno de la Asamblea. Marín, por su parte, reprochaba a De Castro que hubiese aludido a una compañera de grupo y que si no se retractaba tampoco lo haría él. En definitiva, el diputado local del PP no se desdijo de su afirmación pero la cepemista pidió que sus acusaciones no constaran en el acta.
Eduardo de Castro se escudó en que no dio a conocer la identidad de la persona del PP que fue pillada por la Policía Local conduciendo tras haber bebido y Marín le espetó que él contaba hasta con tres infracciones de tráfico, circunstancia ésta que el presidente negó con rotundidad. “Si yo no conduzco”, se le oyó decir.
El caso es que Eduardo de Castro llevaba preparado el tema contra la diputada del PP de antemano para utilizarlo en cuanto le fuera posible a lo largo del Pleno. De hecho, enseñó en su intervención un folio con una captura en grande de la denuncia que se había hecho en las redes sociales sobre el desliz de la representante popular.
Los ánimos no terminaron de calmarse entre el Gobierno y el grupo popular. Las alusiones de la vicepresidenta Gloria Rojas a las ausencias y supuesta falta de actividad parlamentaria del diputado nacional por el PP, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, fueron contestadas por Juan José Imbroda pidiendo a la presidenta que cortara la intervención de la socialista habida cuenta de que el parlamentario no se encontraba en la sala para poder responder. “Y tampoco está ni Aberchán ni Pedro Sánchez”, le respondió Almansouri para desestimar la solicitud formulada.
A lo largo del plenario celebrado por la Asamblea hubo otros puntos polémicos como cuando el diputado de Vox, Javier Da Costa, desveló que el caos circulatorio en el centro es tan evidente que una miembro del Gobierno fue descubierta por la Policía Local conduciendo en dirección prohibida porque “llegaba tarde” a su despacho; es más, deseó “pronta recuperación” al “agente que resultó herido” en esa intervención. En este caso, sin embargo, el Gobierno dio la callada como respuesta.
El Pleno de Control se prolongó por espacio de dos horas con la única ausencia del diputado no adscrito Jesús Delgado Aboy. En esta ocasión estuvo dedicado a las interpelaciones de la oposición al Gobierno, en total cuatro iniciativas (dos del PP y dos de Vox) que tuvieron otros tantos temas de actualidad en el centro de la acción fiscalizadora del Gobierno: las peleas entre PSOE y CpM, la aduana comercial, la situación de los interinos y las obras que se ejecutan por toda la ciudad.
La parte más relajada del Pleno vino de la mano del consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, a la hora de explicar el porqué se acumulan las obras públicas y mostrar su comprensión por el malestar de los ciudadanos, a los que recordó que cuando acaban, se nota la mejora que se produce en los barrios.
En el lado opuesto del Gobierno en este Pleno de Control se situó la consejera de Presidencia y Administración Pública, Gloria Roja, muy beligerante en sus intervenciones frente al PP y a Vox con pocas respuestas concretas a los datos que se le solicitaban, como en el caso de la interpelación del PP sobre las medidas que ha tomado el Gobierno frente a Madrid para exigir que Marruecos acepte un régimen de viajeros en la frontera melillense.
Para finalizar hay que destacar la parte más amable de la sesión, que se produjo al inicio. Se trata de la toma de posesión del nuevo diputado del PP, Daniel Ventura, que sustituye en el escaño a su compañera Paz Velázquez. Ventura juró su cargo y se incorporó de inmediato a las filas de su grupo parlamentario.
Así solucionan estos los problemas de Melilla. ¿Realmente quieren esto los melillenses? Se ríen de todos. Votar cualquier opción de lo que hay hoy es un error. Dan vergüenza.