Este domingo, a las 20:00 horas, la Selección española de fútbol vuelve a jugar en el Mundial de Qatar después de habernos regalado la histórica goleada (7-0) contra Costa Rica en el primer partido de la fase de grupos de un evento deportivo en el que se enfrentan los mejores del mundo.
Hoy España juega contra Alemania y sabemos que puede ser una noche complicada, pero nuestros jugadores tienen detrás a todo un país que necesita sus triunfos, aplaudirá sus victorias y entenderá que esto es deporte y que ganar o perder forman parte de la deportividad.
En el año 2010 el gol del Andrés Iniesta en el Mundial de Sudáfrica no sólo cambió la historia del fútbol español. También repercutió en el ánimo de la gente e impulsó a nuestro país a salir de una crisis económica durísima, que se nos hacía muy cuesta arriba.
El fútbol sacó a la gente a la calle, llenó los bares, unió a todos los españoles con los colores de La Roja y demostró que sin grandes estrellas planetarias también se puede hacer milagros porque el fútbol no es un deporte individual. El fútbol es equipo.
Y en 2010, después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, de los miles y miles de desahucios que hubo en nuestro país, el fútbol demostró que es grandioso porque cuando se mete en el corazón de la gente, es capaz de transformar una sociedad que lo daba todo por perdido.
Los españoles que tuvimos la suerte de vivir, ver y disfrutar en directo esa victoria de España en el Mundial de Sudáfrica, entendimos el resbalón de Brasil y Rusia y hemos llegado resignados al de Qatar, hasta que los jovencísimos jugadores de Luis Enrique nos han devuelto la ilusión con la tremenda victoria contra Costa Rica en el mejor inicio de Mundial que hemos tenido jamás.
Por eso hoy soñamos con arrollar a Alemania y seguir con tranquilidad hasta el final. En medio de la crispación, la desilusión y la desesperanza, ganar el Mundial podría ser lo mejor que le puede pasar a nuestro país. El fútbol lo puede todo.