Con el patrocinio de la Consejería de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, y la colaboración de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte, la asociación Unesco Melilla ha convocado a una conferencia en saludo a la Fiesta Nacional de España, que se celebra el 12 de octubre.
Bajo el título "Islas de San Carlos y San Agustín de las Alhucemas: 350 años de historia de España", la ponencia tendrá lugar el martes 11 de octubre a las 20:00 horas en la Sala de Grados del Campus de la Universidad de Granada en la ciudad autónoma.
Según han destacado desde Unesco Melilla, el festejo nacional está regulado por la Ley 18/1987, de 7 de octubre, por lo que "viene a simbolizar la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos, concretamente con el descubrimiento de América en 1942, hecho que trasciende en la historia como el 'encuentro entre dos mundos'".
En esta ocasión, el ponente será Fernando Saruel Hernández, historiador e investigador histórico-profesional, y experto en Historia, Patrimonio y Turismo, quien ya ha impartido algunas conferencias desde Unesco Melilla con motivo del también conocido como Día de la Hispanidad.
Asimismo, esta conferencia se enmarca dentro de la celebración en 2023 del 350 aniversario de la ocupación de estas islas por el Estado español que, si bien representan "tierra tan española como cualquier otra", tienen una historia "mucho menos conocida", así como "las penalidades de sus moradores, que durante más de 300 años estuvieron subsistiendo en ese lugar del norte de África".
Puntualmente, han destacado, el conocido Peñón de Alhucemas fue ocupado el 28 de agosto de 1673, en pleno reinado del último de los monarcas de la dinastía de los Austrias, Carlos II. Pero, aunque fue una cesión que un príncipe de Fez otorgara casi un siglo antes a España, no fue ocupado físicamente hasta que las rivalidades con franceses e ingleses y el todavía problema de piratería de la zona lo permitieron.
Pese a que el referido peñón que llegó a tener una población de casi 400 personas, la vida era muy penosa por la soledad en medio del mar Mediterráneo y la espera de todo lo que llegara de España para alimentarse y armarse.
Luego, con la primera Guerra Carlista (1833-1840), se dio también un punto de rebeldía a favor del príncipe Carlos, tal y como pasaría en Melilla. Al ser ocupado, pasó a integrar un presidio en su doble vertiente: plaza fuerte defensiva en la frontera enemiga y lugar de reclusión de aquellos que tuvieran que pagar penas de prisión.
De acuerdo con Unesco Melilla, este lugar tuvo asimismo cierta importancia en los acontecimientos del trágico año 1921, ya que fue punto clave de apoyo logístico para el desembarco de Alhucemas de septiembre de 1925, precursor del punto final de las denominadas "Campañas de Marruecos".
Durante los años posteriores de la Guerra Civil española, fue igualmente campo de concentración de aquellos que eran enviados desde otro campo, el de Zeluán. Cuando terminó el protectorado español en Marruecos, en 1956, la población civil empezó a emigrar a la península o a Melilla.
Por ende, desde hace más de 40 años, solo ha estado habitado por destacamentos militares dependientes de la Comandancia General de Melilla. De hecho, en sus estudios, Fernando Saruel Hernández ha abordado la posibilidad de que pudiera convertirse en una pieza más del turismo cultural español.