Miguel Rivera, preparador del cuadro melillense, aseguró que la fórmula para ganar el partido estaba “en el banquillo”. “El cuerpo técnico se ha estrujado el cerebro y hemos cambiado alguna idea. Al final un gol de un jugador que ha llegado el último nos ha dado los tres puntos y con el paso de los días nos dará mucho más”, manifestó el técnico del Melilla. Además, Rivera se quejó de la situación en la que se encontraba el césped del municipal de Villanueva de la Serena. “El terreno de juego estaba muy blando y se levantaba en algunas zonas y eso para nuestro juego nos dificultaba las acciones”, subrayó.
Asimismo, se mostró contrariado con algunas acciones polémicas del encuentro, como el gol anulado a José Enrique: “Me parece que, tal y cómo está el fútbol, que nos alunen el gol que nos han anulado es para reflexionar”, aunque expresó que esta situación “rebeló al equipo”. Por otro lado, comentó que lo mejor del Melilla en el partido había sido “el sentido de equipo”, ya que “todos trabajan, todos ayudan y nadie se queja”. Por último, expuso que “ahora toca pensar en el siguiente partido”.
“No pensamos en qué situación estamos ni nada porque esto acaba de empezar y todavía tenemos mucho que mejorar”. Una de las circunstancias más positivas de cada uno de los componentes de la escuadra de nuestra ciudad es que todos ellos se encuentran con los pies en el suelo y saben a la perfección que todavía queda mucho por delante, a pesar de que tras las dos primeras jornadas de competición liguera dentro del grupo quinto de la Segunda RFEF, la UD Melilla se encuentra colocada en las posiciones más altas de la clasificación general. Los melillenses tienen que seguir con su mismo camino de trabajo para sumar más triunfos.
Manolo Cano: “Otra vez en el último minuto hemos vuelto a cometer errores”
El entrenador del conjunto local del Villanovense, expresó que el final del partido resultó letal para su equipo: “El fútbol nos ha vuelto a castigar en el último minuto”. El técnico del Villanovense comentó que “las ganas de hacerlo todo perfecto” pasó factura a sus pupilos. “Llegábamos tarde a todas las segundas jugadas e íbamos a merced del rival. Enfrente teníamos a un equipo con oficio que, sin hacer nada del otro mundo, se aprovechó de nuestra ansiedad”. A Cano el primer tiempo no le gustó, pero en el segundo acto todo cambió. “El equipo ha mejorado. Ha jugado más en campo contrario y ha tenido más pausa con el balón, sin perder intensidad. El partido se ha equilibrado muchísimo”, dijo Cano, que añadió: “Hemos podido ver a un conjunto más cercano de poder ganar o de poder hacer una ocasión de gol, de hecho hemos tenido alguna”. “El vestuario se encuentra muy cabreado tras perder. Nos hemos pegado un tiro nosotros mismos porque era una jugada muy fácil de defender”, concluyó.