El grupo parlamentario del PP ha presentado una moción anti-okupa en la Asamblea, al objeto de que la Ciudad Autónoma apoye la iniciativa que el partido ha llevado al Parlamento español para atajar el problema de las okupaciones en España. Mociones similares se han registrado en todos los municipios, según aseguró en ese sentido el portavoz popular, Miguel Marín.
Los populares entienden que acabar con las okupación de viviendas es algo “muy esperado y ansiado” por la sociedad española en su conjunto, no solo en el caso de los propietarios de las casas sino también por las comunidades de propietarios que, según dijo, buscan el amparo de las normas en todo el país.
En su moción, el PP defiende una serie de modificaciones legislativas, tanto en el ámbito del Código Penal como la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la Propiedad Horizontal y Ley de Bases de Régimen Local. Lo primero es permitir que las viviendas okupadas se desalojen de inmediato si se aprecia flagrante delito y en 24 horas si no fuera ese el caso.
En segundo término, se pretende recuperar el delito de usurpación de bienes inmuebles en el Código Penal de manera que las okupaciones se castiguen con penas de 3 a 5 años de cárcel. Asimismo, se propone que los okupas no puedan empadronarse en esas viviendas y, por último, que se habilite a las comunidades de propietarios para que tengan personalidad jurídica y puedan presentar acciones legales para recuperar las viviendas.
El PP busca que los grupos de la Asamblea apoyen esta moción y que se tramite lo antes posible. “Esperamos que el Gobierno no haga como con otras iniciativas y nos tenga entre seis y ocho meses esperando”, comentó Marín para señalar que “la gente que padece este problema está esperando acciones”. “Es un tema de justicia y una demanda social importante”, resaltó.
Veo que el PP nacional va por buen camino al proteger la propiedad privada de los españoles. Con esta protección antiocupas elimina la pesadilla de muchos propietarios y reduce a un sector de delincuentes que utilizan este vacío judicial para chantajear y negociar injustamente lo que no es suyo. Pero tampoco olvidemos a esas familias necesitadas que en momentos de total desesperación ocupan ilegalmente lo que para ellos representa un salvavidas momentánea para seguir sobreviviendo. Seamos justos con los propietarios, pero tambien atendamos a los más necesitados.