Miguel Marín, secretario general y diputado en la Asamblea por el PP, ha asegurado esta mañana en rueda de prensa que “la inmensa mayoría” de los militantes populares “está con Imbroda” de cara a la celebración del Congreso Regional el 24 de septiembre y frente al reciente anuncio de una segunda precandidatura a la presidencia protagonizada por Javier Lence. Marín indicó que Juan José Imbroda “no solo es la mejor opción” para el partido sino por extensión “también para la ciudad” que, según dijo, “es lo más importante, lo que nos ocupa y preocupa”.
Con respecto al anuncio de Lence de presentarse a encabezar el partido, Marín se limitó a señalar que el PP es una organización “abierta y democrática” que permite a todos sus afiliados (que cifró en más de 3.600) presentarse como precandidato si se reúnen 95 avales. “El candidato a la presidencia lo votarán los militantes y no tengo nada que objetar en este tema”, señaló.
Eso sí, dejó claro que por su propia experiencia y sus más de 30 años como afiliado popular, así como por su condición de secretario general, siempre ha tenido un contacto muy directo con la militancia y ésta le trasmite “en su inmensa totalidad” que “apoyan sin fisura a Imbroda”. “Esa es la opinión general de la militancia que veremos los próximos días convertida en avales y apoyos”, precisó.
A su juicio, el XIII Congreso Regional permitirá al PP “salir más unido que nunca” en torno a la figura de Juan José Imbroda, algo que, según su opinión, tendrá un reflejo claro entre los melillenses “porque se dará una señal de fortaleza” de cara a las próximas elecciones, previstas para mayo de 2023.
Marín también adelantó que él votará a favor de Imbroda para la presidencia del PP y explicó que se trata “de la mejor opción” tanto para el partido como para la ciudad. “Es la mejor opción para el PP y, por extensión, para ser el presidente del próximo Gobierno de la Ciudad Autónoma que es lo que importa. Imbroda representa la mejor opción y alternativa al actual ejecutivo”.
Para Miguel Marín, Juan José Imbroda es “una garantía de éxito seguro”, así como la figura que “dará estabilidad de futuro para Melilla y los melillenses”. “Esa es la postura general de los afiliados”, insistió.
El hecho de que haya más de una candidatura para el Congreso de septiembre no va a causar divisiones entre los populares, según Marín. “No creo que eso vaya a causar una división interna. Al menos, eso es lo que me transmiten los afiliados”.
Al número dos del partido en Melilla “no le gusta” el eslogan sobre “cambio” que ha escogido la precandidatura de Javier Lence para darse a conocer entre los militantes. “Hace más de tres años, los partidos de la oposición apelaban al cambio y los melillenses compraron el discurso y acertaron porque se produjo el cambio. El problema es que ha sido a peor y eso no lo quiero yo para mi partido. Los cambios tienen que ser a mejor y lo mejor, en opinión de los afiliados, es Imbroda”.
Miguel Marín mantiene un trato diario con Juan José Imbroda y aseguró a la prensa que el precandidato les transmite “tranquilidad”. “Él tiene mucho contacto con los militantes y percibe que cuenta con el apoyo de la inmensísima mayoría de ellos”. “El PP va a salir fortalecido del Congreso y trasladará a la opinión pública melillense la estabilidad necesaria no solo para el partido sino para el Gobierno. Estabilidad es lo que no hemos tenido en Melilla en los últimos años”.
Respecto al hecho de que destacados representantes públicos del PP, como el exdelegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, hayan manifestado ya públicamente su apoyo a Javier Lence, Marín apuntó que “es lícito” que se produzcan esas adhesiones dentro de una organización política “abierta y democrática” como el PP.
Preguntado acerca de cuál va a ser la posición de Madrid ante la presentación (por ahora) de dos precandidatos, el dirigente popular recordó que fue el vicesecretario de Organización Territorial, Miguel Tellado, quien en su reciente viaje a Melilla dejó claro que la dirección nacional apoya a Imbroda y así lo expresó a la Junta Directiva Regional en una reunión convocada al efecto.
Finalmente hay que recordar que según los estatutos del PP todos los afiliados que quieran ser presidentes del partido deben presentar una precandidatura con un número determinado de avales que, en el caso de Melilla, son 95. Alcanzada esa cifra, los precandidatos deben someterse a una votación previa. Es en ese momento cuando los militantes votan por sus preferencias de manera que si uno de esos precandidatos alcanza más del 50% de los votos emitidos y supera en un 15% al segundo más votado, queda directamente proclamado como candidato único de cara al Congreso.
¿La inmensa mayoría?
Lo que ocurre en el PP de Melilla, por un lado, es que hay "mucho miedo a represalias" y por otro están los "intereses partidistas y personales".
Muchos de los/as que están mostrando públicamente el apoyo a Imbroda no hace tanto tiempo que lo ponían a parir afirmando que "un cambio en el PP de Melilla era muy necesario". ¿Qué ha cambiado? ¿Qué les han prometido?
No me arrepiento de haberme dado de baja de este partido lleno de de tramposos capaces de vender a su propia madre.
¡¡¡¡ Que Dios nos coja confesaos !!!!
Una cosa son los militantes y otra los votantes, como votante no opino lo mismo, por lo tanto mi voto va para VOX.
Mal síntoma si se afirma que los militantes del PP están con el Sr Imbroda. Ello solo confirma que "Dios los cría y ellos se juntan". Por consiguiente de nada servirá que gane de nuevo el PP en Melilla, pues tendremos la repetición de un gobierno de amiguetes, sin capacidad para planificar, imnovar y dirigir inversiones para crear puestos fijos laborales para nuestros jóvenes. Y que solo hará un papel publicitario de imagen, y donde se recolocaran de nuevo a familiares y amiguetes que hagan el juramento de fidelidad al idolatrado Sr. Imbroda. En definitiva, mucho criticar a la oposición, mucho ladrar en pregonar que son el partido salvador, pero al final ya sabemos todo que son el partido de las " obras urbanísticas, y de subvenciones a asociaciones de vecinos". Eso sí, de vez en cuando alguien se equivoca y planifica algo significativo y útil para la ciudad.